Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

Anoche un tsunami colesteroriano, recorrió las butacas del Centro Cultural Virgen del Carmen. Las obras de estos chicos son únicas e irrepetibles, en el sentido más literal de la palabra. Por decisión de los protagonistas de la misma, la obra no será repetida en el futuro en nuestra ciudad, por que, como cualquier obra de arte, su única existencia en el tiempo y en el espacio, es la prueba de su originalidad y temperamento. La situación trágica de los náufragos de “La Isla”, no difiere en gran medida del resto de los seres vivos. La gran diferencia está en la conciencia de la soledad y la muerte que tienen los protagonistas, y el humor que gastan en la forma de relacionarse. José Torregrosa, derrocha locura gay por los cuatro costados; Valle Villasanta, capea con oficio “cañí”, los diferentes avatares absurdos de sus distintos compañeros de la isla. Joan Pastor exhibe etilo “señorial” y encelamiento inmediato si se lo propone. Manuel Bueno como autor es prolífico y sugerente. Sus escenografías son oníricas y letales (el final de la obra es apocalíptico: Una lluvia de bolas de sal caen violentamente desde lo alto, asesinando toda esperanza de vida). Como director es beligerante y deja aflorar la creatividad de sus actores. Como actor, fluye en el escenario, mostrando su pasión por la escuela argentina de donde proviene. “La Isla”, nos divierte y nos apunta un final inevitable al que hay que saberse enfrentar con dignidad e imaginación. Como es habitual al final de la obra, los actores saludaron a la salida a los espectadores que salían con una sonrisa en los labios después de la velada plena de carcajadas que vivieron.