El 28 de octubre de 1995, San Judas Tadeo para más señas, Torrevieja vivió el gran acontecimiento que supuso el enlace matrimonial de una popular pareja de jóvenes torrevejenses, Miguel Albentosa Ruiz e Inmaculada Vera López. El pasado miércoles se cumplieron 25 años de aquel momento decisivo en sus vidas y para señalarlo, Inma y Miguel volvieron a reafirmar su unión teniendo esta vez como testigos a sus hijos, Miguel e Inma y rodeados del cariño de muchos amigos, además del recuerdo de tantos otros que ya los cuidan desde el cielo. Miguel e Inma acudieron como hace 25 años a la Iglesia de la Inmaculada para situarse a los pies de La Purísima que en esta ocasión está en el altar mayor por las obras del camarín. Allí el párroco, D. Manuel Martínez Rocamora les preguntó de nuevo por su intención y volvieron a darse un sí rotundo de amor y vivencias. Ese sí que aún tiene más valor que el primero y que nace de dentro del corazón con la experiencia de veinticinco años de vida en común.
Después, como en 1995, se dirigieron hasta el Real Club Náutico, donde se celebró entonces el multitudinario banquete y donde como si fuese un ritual, volvieron a descender la escalera de la puerta principal entre peticiones de besos.
Tan señalada efemérides no podía dejar de sellarse con un brindis en “El Caballete” situado en la Plaza de Miguel Hernández, uno de los rincones favoritos de “los novios” desde que eran unos niños y donde este feliz aniversario de plata alcanzó una vez más el brillo de la amistad y de un proyecto de vida al que le deseamos muchísimos años más.
¡Felices bodas de plata, Inma y Miguel!
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