Fernando Guardiola
Como cada año en esta entrañable fecha, desde media tarde de ayer las calles de nuestra ciudad ya andaban casi vacías, porque los torrevejenses, como cada año, estaban atrincherados en sus casas preparando las cenas y cotillones con que celebrar el paso de un año a otro. Ha pasado un año en que parece que la crisis va dejando paso a un poco de más alegría a la hora de salir y eran muchos, muchísimos, los locales donde se habían organizado desde cenas con cotillón, hasta galas de baile impresionantes. Pero las tradicionales campanadas sonaron desde la torre de la Arciprestal de la Inmaculada, para más de doscientas personas y la ciudad ya era un hervidero de gentes de todas las edades que salieron de sus casas para dirigirse a los cotillones. A todo esto, desde las antes de las diez de la noche no dejaron de sonar las tracas, los petardos y las carretillas por toda la ciudad. La primera de nuestras visitas la hicimos al Restaurante el Puerto, donde Inma y José Antonio, había colgado el cartel de “completo” y el cotillón estaba en toda su salsa. Junto a ellos, el Club Náutico, donde al estar permitida la entrada a menores, el ambiente era sensacional, mayores y pequeños se unieron en singulares bailes con música amenizada por un dúo. Desde allí nos fuimos al Casino donde en un ambiente selecto y elegante, una vocalista acompañada de un pianista, desplegó un repertorio divertido y festivo que levantó a todos de sus asientos a ritmos bailables que se alargó hasta las tantas. Ya siendo las dos de la mañana nos acercamos al Pub Anfiteatro de nuestro querido amigo Gorka, donde se arremolinaban en la puerta, ya que en el interior estaban como sardinas en lata oyendo buena música y degustando los cócteles que preparan. No obviamos una visita al Restaurante las Columnas, donde tras la cena y en el pasillo interior con servicio de La Caracola, todos bailaban al ritmo de un Dj. Desde allí nos fuimos a visitar a nuestro amigo Charly, al Pub Mullins, lleno como cada año hasta la bandera y divirtiéndose como posesos. El Pub Shannon no era menos y allí disfrutamos de las presencia de muchos amigos que bailaban al ritmo de la música Richi Dj, y ya por último y para dejar constancia de la impresionante Nochevieja que vivió en su primer año Vélice, nos pasamos por allí, ya exhaustos, para realizar unas fotos con que dar la bienvenida a este año.
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