Como cada cinco de enero, la tarde de ayer, fue una de esas que los niños esperan con la ilusión la llegada de los Reyes Magos de oriente, una tradición que por mucho que empeñe el “Papá Noel”, no podrá nunca erradicar de la idiosincrasia de nuestros pequeños. El barco “Espejo de Torrevieja”, cargado de ilusiones, llegó al puerto de nuestra ciudad, pasadas las cinco de la tarde. A bordo del mismo SS.MM. los Reyes Magos de Oriente y su numeroso séquito, que llevaban en sus bodegas miles de regalos para los niños torrevejenses. Tras el recibimiento oficial por parte del alcalde la ciudad, José Manuel Dolón; el concejal de cultura y Fiestas, Domingo Pérez y una numerosa representación de concejales del equipo de gobierno, el Rey Melchor pronunció un breve discurso, presentando a sus compañeros de viaje y a sí mismo. Tras saludar a muchos de los niños que se agolpaban en el recinto del puerto pesquero, dio comienzo la Cabalgata que estaba compuesta por unas doscientas personas. Desde su inicio en el Puerto, hasta su llegada a la Iglesia de la Inmaculada, no quedó un solo resquicio sin personas viendo y aplaudiendo a la Comitiva Real, que estaba encabezada por grupos de baile que interpretaban danzas del vientre e hindúes, desfilando a continuación las carrozas reales, de dos en dos, que portaban los tronos reales de cada Rey: Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados de sus séquitos, precedidos cada uno por sendas carrozas repletas de caramelos que fueron repartidos con abundancia en todo el recorrido. Intercalados en el desfile se podía observar la participación de distintos personajes de los cómics más famosos, que hicieron furor entre los más pequeños y una troupe circense que realizó en el camino juegos malabares y espectáculos propios del circo como tragafuegos, etc. La última de las carrozas con el Rey Baltasar, portaba como acompañante en la misma con la Corte Salinera. El momento cumbre de la cabalgata, fue la llegada de SS.MM. a la puerta del Templo, y allí SS.MM. y séquito, puestos de rodillas, adoraban al Niño y le entregaban sus presentes. De nuevo Melchor, tomó la palabra para realizar la ofrenda del pueblo de Torrevieja, en castellano e inglés. Desde ahí la comitiva subió al Ayuntamiento, donde fue recibida por el alcalde, el cual tras la recepción oficial, le acompañó al balcón principal desde donde arrojaron al público una verdadera lluvia de caramelos. La visita al Consistorio acabó en el Salón de Plenos con tradicional brindis por los niños, la paz y la ciudad de Torrevieja y la degustación del tradicional Roscón de Reyes, regado con cava y sidra. Destacar la participación en el ágape de Jorge del “Bar La Plaza” y como siempre el magnífico espectáculo de luz y sonido que las puertas del templo ofreció como cada año Orecam.
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