El pintor, dibujante y caricaturista oriolano Alfonso Ortuño Salar, residente en Torrevieja, desde 1943, cuando solo contaba siete eses de edad, y de cuyo momento “obviamente no se acuerda”, desempeñó su cargo como Mantenedor de la edición número 33 de las Fiestas de Invierno de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, pronunciando un discurso en verso en el que afloraron los recuerdos de su niñez en la ciudad de la sal, así como la acumulada cultura que atesora la institución social. Ortuño, que estuvo acompañado por el presidente del Casino, Ramón Torregrosa, el teniente de alcalde Francisco Moreno y el coordinador de Cultura el Ayuntamiento oriolano, Julio Navarro, así como los representantes de la oposición, Dora Fernández y Domingo Soler. Ortuño se remontó en sus palabras a la primera vez que sus padres le llevaron a Torrevieja, haciendo referencias a la sal y a la mar subrayó que ha sido testigo de los profundos cambios que ha sufrido la ciudad a través del tiempo y muy especialmente en las últimas décadas, salpicando algunas anécdotas. También destacó la importancia cultural del Casino en la vida de la ciudad, así como sus partidas al juego denominado ‘bis bis’, que tan popular se hizo durante años en distintas salas de la entidad social.
Al finalizar el discurso Ortuño fue reconocido con la entrega de una placa conmemorativa y el presidente le ofreció el libro de honor del Casino, donde estampó su firma por segunda vez, ya que en la primera ocasión dejó su impronta en el mismo a través de una de sus conocidas caricaturas. Los hueso de Santo y la Mistela sirvieron de excusa para quedarse un rato con Ortuñio. El acto de la apertura de las fiestas del Casino se ha adelantado en alrededor de un mes con respecto a otros años, con el fin de dar cabida a la amplia programación de actos, conferencias, actuaciones de escuelas de danza local y conciertos que se desarrollarán hasta finales del mes de diciembre.
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