Fuente: Marca.com
Foto de archivo
Un Reale Ademar en construcción volvió a encontrar, como en anteriores ocasiones, muchos apuros para doblegar a un correoso Torrevieja, con varios ex-jugadores en sus filas, que se mantuvo en partido hasta los últimos diez minutos para acabar cediendo por un 29-24, demasiado abultado para lo que fue el choque. El cambio defensivo leonés al 5-1 en los últimos minutos de la primera parte -luego mantenido durante toda la segunda mitad- acabó desequilibrando un duelo muy trabado e igualado de lo que se podía presumir de antemano. Lejos de salir atemorizado el conjunto de Manolo Laguno mostró una imagen más que convincente con un ataque inteligente y fluido donde Rochel y Novelle se bastaban para encontrar los huecos en el 6-0 defensivo ademarista y suministrar continuos balones de gol al pivote Rasic.Los levantinos se mostraron muy organizados logrando una renta de dos goles, 6-8 (minuto 11) que obligó al debutante Isidoro Martínez a solicitar su primer tiempo muerto, que poco solucionó al Reale Ademar que, pese a su arsenal ofensivo, era fácil presa a pesar de las variaciones tácticas con el 5-1 y la entrada de Losert en portería.
Después de que las rentas visitantes se estiraran hasta los cuatro goles, el último apretón ademarista en los instantes finales, con una defensa más ajustada, le permitió disfrutar, de manera un tanto inmerecida, de su mayor renta (19-17) que tan solo había disfrutado en el arranque de partido.
El partido no cambió en exceso de guión, si acaso por la baja anotación de ambos equipos, pero con un Torrevieja sin perderle la cara a un Ademar en el que de nuevo emergía, como cada temporada, su máxima estrella, el extremo Martin Stranovsky que se despedirá esta campaña del equipo tras siete campañas en León.
Ni la temprana segunda exclusión del ex-ademarista Danil Chernov debilitó el entramado defensivo visitante que, pese a su menor producción ofensiva dificultada por el 5-1 defensivo local, aguantaba a un equipo demasiado acelerado en su juego y sin saber cómo exprimir sus numerosas armas.
Un robo de balón del brasileño Felipe Borges y un contragolpe de Stranovsky, con su décima diana, empezaron a aclarar el panorama para los leoneses que lograban una renta más tranquilizadora, 27-22 dentro de los últimos siete minutos y que luego supieron negociar sin demasiados agobios con un rival ya debilitado físicamente.
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