Objetivo Torrevieja

Hizo un pequeño recorrido por cada una de sus novelas con una visión muy personal de algunos episodios históricos de nuestro reciente pasado, cuajado de anécdotas

Álbum, pinchando sobre la foto

El Salón de actos de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, fue anoche el lugar donde se reunieron un buen número de ciudadanos, para escuchar al novelista, ensayista y poeta, Benjamín Prado que impartió la charla, “Si no quieren que la cuentes, es que es una buena historia”, actividad que se incluye en el ciclo “Sal con libros: diálogos literarios de Torrevieja”. El acto fue presentado por el coordinador de la Sede de UA en Torrevieja, José Norberto Mazón e introducido por Eva Valero, directora del Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti de la UA (CeMaB), que sorprendió a Benjamín Valero,   cuando anunció que la Librería local, Santos Ochoa, participaría en el acto, exponiendo para sus venta todos los libros del autor, incluido el último que veía la luz  precisamente ayer “Los treinta apellidos”
Benjamín en un verso fluido y claro,  comenzó diciendo que la ropa que más le gusta son las “camisas de once varas”, con lo que da a entender que se mete en “charcos” de donde a veces sale airoso y otras criticado por “Tirios y troyanos”. Según él sus novelas son complejas y requieren mucha documentación para desarrollar algunos temas. Destacó la amistad y admiración que le unió a Rfafael Alberti, desde que tenía 17 años y del que heredó la máxima “La novela tiene que entretener”. Dijo que Rafael tenía fe en la literatura y él intenta seguir apoyándose en las fuentes del saber del poeta y escritor gaditano, que decía que España tiene dos petróleos, el Turismo y la Cultura, y que ambas cosas estaban maltratadas y desaprovechadas. Hizo un paréntesis para contar una anécdota que demostraba la buena memoria y el buen humor de Alberti, que yendo con él de copiloto en un automóvil, recibió un fuerte impacto por detrás, viendo como caía al suelo y sangraba abundantemente,… tras unos minutos de shock, Alberti le miró y le dijo “Estamos muertos” y le contestó Benjamín “Si me hablas no estamos muertos”, a lo que Rafael le espetó, “Eso no garantiza nada”. A los pocos minutos y mientras llegaban para sacarlos volvió a incorporarse y dijo “Si soy capaz de recitar a Rubén Darío, estamos vivos”,.. y se puso a recitar algunos de los más hermosos versos del poeta nicaragüense. Sigue el consejo que le dio “tómate muy en serio tu obra y muy a broma a ti mismo”, porque los libros que duran no son los autorretratos, sino son espejos.
Continuó Prado, afirmando que la novela es la historia íntima de los pueblos, ya que la gran historia que se hace desde el poder, pero se refleja en los libros a través de las pequeñas historias del pueblo. Hizo a continuación un breve repaso a sus últimos libros: “Alguien se acerca” (1998); “Mala gente que camina” (2006); ”Ajuste de cuentas” (2013); “¿Que escondes en la mano? (2013) y “Los treinta apellidos” (2018)”, entre otros. En uno de ellos habla de una historia de la posguerra. Con personajes reales como Vallejo Nájera o Pilar Primo de Rivera a quienes les salió una competidora Mercedes Sanz Bachiller, viuda de Marcos Redondo, que fundó el auxilio social que recogía huérfanos. La unión de los tres creó una rivalidad entre ambas. Los niños eran adiestrados en el fascismo hablando mal de sus padres, y en su trasfondo se intuía el robo de niños arrebatados a los republicanos para darlos a los “ganadores” y que en un principio cuando salió la novela no era creíble, cosa que años después se destapó en una serie de casos que aún hoy día continúa.
Otra novela le trajo varios ataques de gente, por tratas el tema  de algunos prebostes del régimen que reprocharon a Franco que vaciara de contenido el régimen instaurado dejando más en manos de la Iglesia el poder, que de la Falange.
Sobre la Transición (Que algunos llaman irónicamente “Transación”), se hizo algunas preguntas: .¿de verdad que siete personas en un par de meses pudieron hacer borrón y cuenta nueva en una historia de desencuentros y dictadura que había durando 40 años?. Es raro aceptar que se hiciera tan deprisa. Que no costará nada. Que no hubiera víctimas. Que nadie sufriera nada.
Otra novela “de espías”. Cuenta la problemática de las víctimas que están enterradas en el Valle de los Caídos y relató que en una conferencia junto a Cebrián le dijo que todo lo que escribía era mentira y entonces se refirió al asesinatos de los abogados de Atocha. Dicen las crónicas que a uno se le encasquillo la pistola y otro se los cargó, con la suya, uno a uno a a todos. Los dispararon fueron rápidamente tapados a otro día, pero se pudo constatar que eran de una ametralladora, de origen italiano y el grupo relacionado con la muerte de Aldo Moro. Habló de cómo la policía tiene una diferencia vital en nuestras vidas, porque en la dictadura te sientes amenazado y en democracia seguros.
Casi al final se refirió al Asesinato Carrero Blanco, que voló a las alturas de un convento, y se mostró extrañado de que nadie, ni nada supiera nada, cuando a doscientos metros del lugar del asesinato se encuentra la embajada de EEUU y estando por aquel entonces en su sede, Henri Kissinger.¿ Nadie sabía nada?.
En otra novela habla de la época posterior a la prospera “Burbuja económica”. En la que a su término todo se devaluó y los que habían invertido en ladrillo vieron como se esfumaban su ganancias, haciendo bueno el dicho asturiano “Si quieres saber lo que vale el potro vende el tuyo y cómprate otro”. Es verdad eso de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Todo empezó en la España del pelotazo. El protagonista Martín Duque, sigue el arquetipo de la época, guapos, peinados como “nutrias mojadas” Se les hacía Doctores Honoris Causa, como churros, etc y luego casi todos acabaron en la cárcel. Solo los grandes como el banquero Abelló lograron sobrevivir, y cuenta Prado como un día este le dijo a Mario Conde: “Eres inteligente, despiadado, trabajador; vas a ser famoso, pero no intentes ser uno de nosotros que te destruiremos. Su último libro “Los treinta apellidos” se basa en los vericuetos que se suceden en torno al famoso Ibex 35 (30 + 5). De ellos 30 entran y salen con frecuencia y cambian de nombre de los cuales en pocos años han variado todos, ero hay cinco de otras tantas familias, “dignos” de estar ahí siempre. La definió como una novela de piratas y de negreros. Esos que llevaban a las plantaciones de azúcar para Europa. Relató como un catalán que llega a la Isla de Pascua y les salieron a recibir los indígenas, a los que mato a la mayoría y otros los vendió como esclavos para las plantaciones de Chile. Seis escaparon y volvieron a Pascua enfermos de males mortales europeos y liquidaron a toda una civilización los “Rapa Nui”, por eso nunca se pudo descifrar el misterio de la isla. Terminó como empezó deseando a todos que sus libros “les entretengan”.
Al acto asistió el Alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón; el concejal de cultura, Domingo Pérez; la concejal de Turismo, Fanny Serrano; el concejal de seguridad, Javier Manzanares y la concejal de Asuntos Sociales, Fabiana Ibarra, así como el coordinador de la UA, José Norberto Mazón y la vicepresidenta del Casino, Rosario Soler. .
Por último decir que Benjamín Prado ha recibido diversos premios, entre los que se encuentran el Hiperión, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, el Premio Andalucía de Novela y el Generación del 27. Además de su faceta como escritor de novela, ensayo y poesía, Prado ha colaborado con diversos músicos. Ha coescrito con el cantante Joaquín Sabina varias canciones, entre ellas, todas las del disco Vinagre y rosas (2009). Participó junto al grupo Pereza en la clausura de la VIII edición del Premio Internacional de Granada, ha colaborado con el músico Coque Malla y con Amaia Montero en su último disco que acaba de publicarse.

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