Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

Fernando Guardiola/Fotos: P. Grimao/Fos/Vídeo: M. Carmen Lavesa

Álbum 2, pinchando sobre la foto

VIDEO: Resumen de la Gala

Son casi las cinco de la mañana cuando me dispongo  hacer esta crónica, y me asalta la duda de cómo enfocarla. No se sí relatar el acto desde un prisma impersonal como un informador más que ha asistido a un concierto realmente hermoso, o  hacerlo desde el fondo de mi corazón, reviviendo los sentimientos que ayer mañana  me hicieron sentir la persona más satisfecha y querida que nunca pude imaginar. Tras unos minutos de conversación conmigo mismo, he llegado a la conclusión de que mi querida compañera Encarna Hernández, sacará tiempo para hacernos llegar sus siempre magníficas crónicas de los conciertos que la UMT realiza y que seguro hará con más conocimiento que yo.
Es por lo que, con la dispensa que solicito de ustedes, me van a permitir que haga esta crónica, con el teclado en una mano  y con el corazón en la otra. El concierto ofrecido en la mañana de ayer en  el Teatro Municipal, concitó a un público que casi llenó el aforo, para escuchar una selección de boleros, y baladas románticas de grandes artistas y compositores, con temas reconocidos, que reflejan, en muchos casos, momentos importantes de nuestras vidas, como Amapola, Autumn Leaves, Espinita o Piel canela en las voces de Nico Fioole, Isaac García, Salvador Gutiérrez, Javier Ponce, Maritere Sáez y Carlos Sanabria, con la música de la  Unión Musical Torrevejense, dirigida por Jaime Belda Catavella. Antes de comenzar la presentadora del acto, Encarna Hernández, pidió un minuto de silencio, para Eduardo Dolón, trabajador del teatro fallecido recientemente y cuyo trabajo y presencia eran siempre una muestra de buen hacer para todos. Tras el descanso se inició la segunda parte y al llegar a los reconocimientos, fui requerido para recibir una placa de agradecimiento de la UMT, por el tratamiento informativo que damos a su entidad, que al igual que al resto de bandas, orquestas, grupos culturales y asociaciones damos en nuestro medio. Días antes había sido informado de que el tema “Escóndete” que José Miguel Gómez del Olmo “Peperrín” había compuesto en octubre del pasado año para el Coro de la Hermandad “Virgen del Rocío” y que supuso un honor para mí, había sido arreglada por Armando Bernabéu e iba a ser interpretada en este acto. Así  que una vez que me “despaché” con mi discurso lleno de merecidos agradecimientos, me dispuse a ver, oir y sentir a Maritere Sáez, entonar en solitario, y con una explosión de música e instrumentos el “Escóndete”. Emocionado aun tuve “pulso” para grabar su actuación.  Transcurrieron las actuaciones, y cuando ya nos disponíamos a salir, Jaime Belda, hizo subir al escenario a todos los cantantes que habían participado en la gala y para sorpresa mía, interpretaron de nuevo la canción “Escondete”. Ahí ya no pude evitar que un nudo se me subiera a la garganta, al volver la cabeza y ver a todo el público corear una canción cuyo estribillo es tu propio nombre y apellido. Un honor y un sentimiento que jamás olvidaré. En el apartado de agradecimientos, no quisiera alargarme, aunque si ser justo. En primer lugar a Peperrín, que ha sido el creador y a Armando Bernabéu que “la pinto de colores”. A José M. Toro, que preside la UMT y a su director Jaime Belda, y como no a todos los músicos que con su mirada furtiva me hacían cómplices de su felicitación musical. A mis inseparables Pedro y Alfonso, a Enrique López que lleva La Mata por bandera en la información cotidiana, a Ismael que no ceja en tarea de renovar la cartelería, a Javier Lozano, a  Mari Carmen Lavesa, experta en vídeos, a Fabio y sus fotos, a Joaquín Carrión, que no se pierde un partido de Fútbol ni acto del Casino que se precie, a mi familia y amigos , a los que tengo abandonados en presencia, que no en cariño. Y sobre todo al pueblo de Torrevieja, un pueblo único sin cuyas imágenes y crónicas no se podría entrelazar la historia de  amor de un murciano que llegó hace 25 años a este pueblo y que hoy siente como propio cada acontecimiento y cada minuto de la vida de Torrevieja.

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