El aforo permitido en las Eras del Sal, por las restricciones de prevención del Covid-19, se quedó escaso para acoger al público, que ayer presenció la gala de apertura del 18º Festival Internacional de Bandas de Música “Ciudad de Torrevieja”, que está organizado por la Sociedad Musical “Ciudad de Torrevieja -Los Salerosos”, junto con el Ayuntamiento de Torrevieja y el Instituto Municipal de Cultura “Joaquín Chapaprieta Torregrosa”. Al acto asistieron, el alcalde dela ciudad, Eduardo Dolón Sánchez; el concejal de cultura, Antonio Quesada; las concejalas del equipo de gobierno, Concha Sala e Inmaculada Montesinos y la Dama de la Sal, Cristy Guamán, junto al presidente de la Sociedad anfitriona, Guillermo Hernández.
La gala estuvo presentada por el periodista local, Francisco Reyes Prieto, que tuvo palabras de agradecimiento a los asistentes, los organizadores y patrocinadores, como Agamed y Caja Rural, por la valentía de mantener el festival, pese a la situación actual de pandemia.
No quiso el moderador dar paso al concierto, sin antes tener unas merecidas palabras de reconocimiento al, que hasta hace unos meses fue el director de la Banda, Adrián Hurtado, para pasar posteriormente a glosar la figura del nuevo director de Rafal, Manuel García García, una figura de gran trayectoria académica y que anoche daba su primer concierto dirigiendo la Banda de la Sociedad Musical “Ciudad de Torrevieja – Los Salerosos”.
El programa elegido de gran belleza, sorprendió por estar compuesto por piezas de ritmo alegre y acompasado, propios para tiempos de incierto futuro. Así la banda arranco con “Huéspedes de la Arena”, uno de los pasodobles de Sixto M. Herrero, más enérgicos y rotundos, donde la percusión nos ofrece un final cargado de fuerza.
No menos alegre y conocida fue la segunda de las piezas, en esta ocasión “La boda de Luis Alonso”, de G. Giménez, de estribillo pegadizo y que invitaba a tararear por debajo de las mascarillas, aquello de “me tiraste un limón, me diste en la cara, ya no te vuelvo a querer, mi niña enamorada”.
Sonó después “Conga del fuego nuevo” del mexicano Arturo Márquez, un baile afro-cubano de salón que se hizo popular en los carnavales de América Latina.
Un canto a la naturaleza fue la interpretación de “Os pássaros do Brasil”, en tres movimientos del holandés Kees Vlak, muy diferentes uno de otros y que imitan los movimientos y cantos de las aves, así en “Pasaros coloridos”, nos transporta al Amazonas y los cantos de sus pájaros.
“Pomba triste”, es una bossa-nova de ritmo cadencioso que recuerda a una chica que pasea por la orilla de la playa y por último “Os pasaros do carnaval”, desemboca en un torrente de alegría carnavalesca a ritmo de samba.
Cerró el concierto con el famoso “Mambo• de “West Side Story” de Leonard Bernstein, acabando el concierto con un ritmo vivo, lleno de alegría, y que entusiasmo al público asistente, que aplaudió en pie la actuación de esta gran Banda.
Segunda Jornada
Esta noche las 22,00 h. se celebrará la segunda velada del Festival que tendrá como protagonista a la Agrupación Musical “Maestro Ibáñez” de Valdepeñas.
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