Fernando Guardiola
El pepino español
la "pepina" alemana
Querido pepino:
Quien te iba a decir a tí, que con ese cuerpo, sin estridencias, simple, con una forma de óvolo alargado, y de aspecto inocente,… verde, unas veces más claro que otras, según la región de tu procedencia. Tú, inocente curcubitácea, que los romanos llamaron “cucumis sativus”, te has erigido en protagonista los últimos días a cuenta de que a unos cientos de teutones se los ha llevado la parca, presos de unas fiebres y diarreas, que cuatro políticos desalmados encabezados por una ministra que sin pensárselo dos veces, vio en tu carácter afable y simpático el principio del fin de todos los males de la Alemania Merkalaliana. Para colmo, la susodicha ministra alemana de Agricultura y Defensa del Consumidor, una tal Ilse Aigner, más cabezona aún que Paco Martínez Soria en “Don erre que erre”, encima de habernos “jodido” las exportaciones, sigue en sus trece diciendo que el “pepino” sigue teniendo parte de culpa. Esta menda en una “pepina” en toda regla, y merece otro “pepinazo”. Quizá no nos perdonen, que el verano pasado con un “pepinazo” de Puyol, los apeáramos en semifinales del Mundial y encima lo ganáramos. Como nuestros pepinos se exportan sin un prospecto que de cuenta de sus muchas virtudes, como tonificante de la piel, quita-ojeras, preventivo de la caída del cabello, y tantas cosas que te hacen un suplemento nutricional de primer orden, pasa lo que pasa, que ven en ti, solo un pedazo de chisme, que más que para hacer gazpacho, alguna “salida” de por ahí arriba ha visto en ti, la forma fálica del “rabo de diablo” y achacándote los males que sufren, cuan plaga de Egipto contemporánea, se despacharon agusto cerrando las fronteras a tus viajes refrescantes a centro Europa, y con ese cierre se quedaron en las cámaras las verduras de nuestra tierra, tomates, lechugas, rábanos, y un largo etcétera, que si no es porque algún espabilado en condiciones se da cuenta de que lo único que se pretendía era un boicot subterráneo a los productos hortofrutícolas españoles, a estas horas para lo único que serviríais es para que los cerdos y cabras locas de nuestro país tuvieran sustento para varios meses. Por eso no vamos a parar, y comenzaremos realizando la dieta del pepino. Pepino en varias modalidades que va desde el pepinillo para gazpacho andaluz al pepinillo en vinagre, con el que se desayunan lo alemanes cada mañana. Vamos a defender nuestro pepino, nuestros tomates,…. y a los alemanes que les vayan dando … y para eso que mejor que un pepino español.
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