El Consell ha modificado los requisitos para poder solicitar las ayudas dirigidas a personas trabajadoras que se acojan a reducción de jornada por la crisis de la COVID-19. CCOO PV, que ha instado a acometer estos cambios para que las ayudas lleguen a un mayor número de familias, manifiesta su satisfacción pero exige más medidas de conciliación.
El pasado martes, se publicaron las modificaciones aprobadas por el Consell en el Decreto de concesión directa de ayudas a personas trabajadoras acogidas a reducción de jornada, como consecuencia de la COVID-19. Estas modificaciones, promovidas por los agentes sociales, permitirán que las ayudas lleguen a un número mayor de personas. CCOO PV ha instado a modificar la norma, ya que los requisitos limitaban el alcance de la ayuda.
En el nuevo Decreto se ha flexibilizado el criterio de permanencia en la situación de reducción horaria y se exige únicamente mantenerla durante un mes. También ha suprimido la obligación de no superar los 22.000 euros de base imponible en el IRPF de 2018.
El Decreto anterior era muy restrictivo en el acceso a la ayuda, puesto que en la práctica suponía que la persona trabajadora tenía que haber reducido su jornada antes del 14 de abril. Por tanto, las personas trabajadoras que lo hubieran hecho después o que todavía no lo hubieran hecho efectivo quedaban fuera.
Problemas para la conciliación
CCOO PV manifiesta su satisfacción por la rapidez en corregir estos aspectos. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de una ayuda puntual de emergencia, no una prestación con caràcter permanente. Para la secretaria de la Dona de CCOO PV, Cloti Iborra, esta ayuda puede suponer un alivio para las familias “pero no solucionará la necesidad de conciliación como consecuencia de la COVID-19”.
Para Iborra, los problemas de las familias para conciliar la vida laboral, familiar y personal se han visto agravados por la situación de la pandemia, con las criaturas en casa sin colegio y sin posibilidad de que abuelos y abuelas puedan hacerse cargo: “Exigimos políticas y servicios públicos, corresponsabilidad entre mujeres y hombres, pero también medidas a las empresas, para poder hacer efectiva la conciliación sin el coste que tiene para las mujeres, que son las que, según los datos, se hacen cargo de los cuidados”. Un coste que se constata en la brecha salarial, la dificultad de promoción laboral, la parcialidad y la temporalidad en la contratación y la consiguiente pobreza en prestaciones y pensiones.
“Las medidas que se implementen en estos momentos determinarán cómo salimos de la crisis. Es necesario un nuevo modelo productivo, económico y social que ponga en el centro los cuidados, como bien esencial para el desarrollo social”, señala Iborra. CCOO PV continuará reclamando ayudas y políticas en este sentido, ya que si la conciliación siempre ha sido un tema pendiente en las agendas políticas “ahora se hace más necesaria que nunca”.
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