Álbum, pinchando sobre la foto
Ayer martes 1 de octubre tuvo lugar en el Restaurante “Las Palmeras” de Crevillente la tradicional comida con la prensa que realiza todos los años la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent. A la misma asistieron los Capitanes del Bando Moro, José Ángel Adsuar Candela y del Bando Cristiano, Christopher John Davinson, los presidentes de las comparsas capitanas, el presidente de la Asociación, José Ángel Asencio y su junta directiva y una representación municipal, integrada por el alcalde Cesar Augusto Asencio Adsuar y los concejales, Rafael Candela, Laura Gomis y Manolo Moya.
En primer lugar se ofreció una rueda de prensa en la que se agradeció a los medios de comunicación el trabajo que realizan para difundir esta fiesta, que en palabras del alcalde es una muestra de concordia y un paréntesis en la vida cotidiana para disfrutar de la fiesta y la amistad. Al acto estuvo especialmente invitado nuestro medio, asistiendo Fernando Guardiola y Pedro Grimao. Al final de la comida se realizó un brindis deseando que las fiestas se desarrollen en armonía y en la esperanza de que el próximo año se haya alcanzado la tan ansiada declaración de la Fiesta como de Interés Turístico Internacional.
La fiesta
El cronista de la Asociación, Josep Antoni Aznar, nos desgranó en unas breves palabras lo que es en sí la esencia de la Fiesta. En la que participan alrededor de 4000 personas en los desfiles de ambas embajadas que se celebrarán el sábado y el domingo próximo, constituyendo un espectáculo que no se pueden perder, lleno de color e historia.
El origen de la fiesta se remonta al siglo XIII, cuando el rey de la corona de Castilla, secuestra en Murcia al Rais (Señor) de Crevillente, por no haber querido refrendar de nuevo el acta de vasallaje. A raíz de ahí se dan los encuentros bélicos escenificados con las embajadas Mora y Cristiana, que como hemos dicho se celebran sábado y domingo, desfile que se alterna cada año. La fiesta que se celebra en honor de San Francisco de Asís, termina el lunes con la fiesta de la pólvora, el alardo en que se enfrentan las tropas y la ofrenda floral femenina, que se realiza por la mañana. Tras estos actos tiene lugar la Solemne Misa. Por la tarde tiene lugar la embajada de Jaime I, que según la tradición es el que logra que el rey de Castilla libere al Rais, con lo que los moros se ofrecen como vasallos a la corona de Aragón. La fiesta culmina con la procesión en acción de gracias a San Francisco de Asís, en la que participan solo los hombres
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