Ayer por la tarde y cuando muchos voluntarios desplazados desde Torrevieja eran objeto de una amplia movilización en la búsqueda del menor de 17 años, Carlos Iborra, desaparecido en Alicante el pasado día 1, tal como indicó el concejal de Seguridad y Protección Civil de Torrevieja, Javier Manzanares, dispuso de un amplio dispositivo a petición de la Guardia Civil y participaron voluntarios de Protección Civil de Torrevieja, Almoradí, Benejúzar, Benijófar, El Pilar y Santa Pola, entre otros municipios. Protección Civil contactó además con asociaciones y clubes deportivos de Torrevieja para que colaboraran en la búsqueda. Pero fue inútil todo el esfuerzo de estos días y las redes sociales, tras la confirmación de la policía judicial a la familia de su hallazgo muerto en una finca entre El Altet, cerca de la Nacional 340, echaron literalmente “humo”, la noticia corrió como la pólvora y las muestras de pésame y dolor no se hicieron esperar a través de estas mismas redes. Carlos, un joven con síndrome de Asperger, estaba unido por lazos familiares a una familia de comerciantes muy conocida en la ciudad, que prácticamente abandonaron sus negocios para encabezar la búsqueda del menor, que por desgracia se encontró fallecido. El juez realizó anoche el levantamiento del cadáver y fue trasladado al Instituto anatómico forense donde se realizará la autopsia al cuerpo que al parecer llevaba varios días muerto.
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