Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

Antoni Jakubowski
critico musical

VÍDEO: Breve (J.C.)

A pesar del tiempo extremadamente malo, un grupo numeroso de amantes de la música decidió participar en un fabuloso concierto de cámara, sincronizado y asociado con las celebraciones de la Semana Santa, que había presentado el sábado pasado un grupo de músicos de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja, bajo la dirección de Stanislav Tkach – concertino de la misma, el la sala de cámara del Auditorio Internacional. Una atracción especial del concierto fue aparición de la talentosa soprano torrevejense – Laura Martínez Boj, cual acompañada por el cuarteto de cuerdas; Stanislav Tkach, Victor M. Antón Fernández, Leticia Cámara Merino y Adolfo Arroniz Ruiz, con maestría interpretó unas interesantes obras barrocas.
El Oratorio “Siete últimas palabras del Cristo antes de la muerte” pertenece a una de las composiciones más espirituales de Joseph Haydn y testifica de la gran fe del compositor. La primera representación tuvo lugar en la catedral de Cádiz (la ciudad más antigua de Espa?a) en el a?o 1787. El éxito del Oratorio alentó a Haydn, crear una versión para el cuarteto de cuerdas, de la cual una selección pudimos escuchar durante la primera parte del concierto de anoche, en la interpretación de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja: Stanislav Tkach – 1 violine, Victor M.Anton Fernandez – 2 violine, Leticia Cámara Merino – viola y Adolfo Arronis Ruiz – cello. La composición tiene la forma de unas sonatas precedidas con una introducción y terminadas con un fragmento que representa el terremoto. Está vez música pura, sin textos, pero con todos los detalles musicales extraídos perfectamente, donde el angelismo es adyacente a la gran tristeza y al ensue?o. Ejecución ha sido absolutamente natural, con mucha delicadeza y sutileza, operando con silencio, tranquilidad y ambiente de nobleza. Aunque “Siete últimas palabras”, tal vez, no despierta gran entusiasmo en el público, con seguridad ofrece un encanto por su atmósfera única de oración y contemplación.
La segunda parte ha sido dedicada a las composiciones barrocas en la interpretación de la soprano Laura Martínez Boj. Tengo un gran aprecio por la calidad de voz y su manera de cantar. Pureza e impecable técnica de carácter instrumental, precisión sin sombra de exaltación, forman parte de la interpretación en unas típicas formas emocionales del barroco. En la ejecución de las dos arias de “Stabat Mater” de G.Pergolesi se escuchó cómo la cantante acaricia con su bella voz cada pegue?o detalle de estas piezas. Una entonación pura y segura, gran cultura de transmisión del texto musical en la pieza de G.F.Haendel – “Gloria”, son ventajas indudables de su arte. Una verdadera maestría, la cantante demostró presentando la obra de A.Vivaldi – “Laudate pueri Dominum”, confirmando en convicción que, sin duda, pertenece a un grupo de los destacados intérpretes de música barroca. El público emocionado obligó a la artista de brindar dos bises !!! Bravissimo !!! Un aplauso merecen también los músicos del cuarteto de la OST, los que acompa?iaron a la sopranistin con discreción, esmero, dedicación y gran profesionalismo.
L.van Beethoven dijo una vez bellamente: “La música es intermediario entre el área de los sentidos y el espíritu”. Así precisamente han sido interpretadas y recibidas por el público las obras del concierto sabatino, en espera a la Resurrección. No me hubiera perdonado, si no estuviera presente en este concierto. Los que no han podido estar, no saben lo que habían perdido.

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