La joven torrevejense, Cristina Cámara, formada en el Conservatorio de Torrevieja y cuya trayectoria le ha llevado a continuar su amor a la música en los más prestigiosos conservatorios y con los mejores maestros, demostró anoche en el Palacio de la música que nada es baladí. Desde el primer momento, desde la primera nota en el que el piano fue acariciado por sus manos, la sala entró en total comunión con su forma de hacer música. Así sonaron piezas tan difíciles como “Tocata. Do menor” de J.S. Bach.; Funérailles de Lizts o Fantasía Bética de Manuel de Falla. Terminó de desarrollar su programa con “Cuadris de una exposición”, una composición llena de matices que puso al público en pié. El concierto contó con la presencia de la concejal del Ayuntamiento, Agustina Esteve.
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