Más de cuatrocientos niños del Colegio “Ciudad del Mar”, sintieron durante una semana lo mismo que los discapacitados en la Campaña de Sensibilización Educativa
AMFA, (Asociación de Discapacitados Físicos de Torrevieja y Almoradí), en colaboración con la Fundación ONCE, ha venido desarrollando desde el pasado lunes 22 de octubre en el Colegio Ciudad del Mar, la primera de las actuaciones que se van a realizar en los diferentes Centro Educativos de la ciudad, dentro de la Campaña de Sensibilización Educativa “Capacidad-Discapacidad”. Durante los tres primeros días fueron los más pequeños de primero, segundo y tercero de primaria, de entre 6 y 8 años, los que fueron informados de todo tipo de discapacidades en unas amenas charlas, para después realizar unas Gymkanas que les hicieron vivir jugando las diversas situaciones que se encontrarían si ellos sufrieran las discapacidades que se les habían explicado, sordera, ceguera, o cualquier otra deficiencia física, poniéndole para ello antifaces, o atándoles las extremidades para hacerles sentirse en su mismo lugar. Del jueves 25 hasta ayer lunes, fueron los cursos de cuarto, quinto y sexto de primaria, con niños de 9 a 12 años, los que acudieron a las charlas informativas, pero en esta ocasión tras las mismas tuvieron oportunidad de conocer de primera mano las dificultades, sentimientos y vida de un discapacitado. Ayer, día en que tuvimos la oportunidad de asistir a una de estas actividades, coincidimos con los más mayores, que en la sala polivalente del centro se concentraban junto a sus profesores, Lluís Tormo, Javi Mesa y Monti Ferrer, para escuchar y vivir durante una hora y media las vivencias de Luisma Larrechi, el único discapacitado sordo-ciego de la asociación, que junto a la mediadora social de AMFA Sandra Lorenzo, se prestó a demostrarles a todos como es capaz de llevar una vida “casi” normal y disfrutado de todos los sentidos a través de un transmisor que lleva implantado y sobre todo del desarrollo del tacto, o sensibilidad cutánea, ya que su piel posee una sensibilidad, sobre todo en las manos y la cara, capaz de recibir y transmitir todas sus necesidades tanto físicas como emocionales que necesita. Se trata de hacerle llegar el lenguaje de los signos, a través del contacto con la piel, cosa que Luisma, asimila y transmite con naturalidad.. Tal es la sensibilidad de su piel, que contó que en una ocasión le dibujaron un campo de fútbol en la espalda mientras jugaban Real Madrid y Barcelona, y a través del tacto, siguió el desarrollo del partido como una persona normal. Luisma también enseñó a los niños, como escribía una nota en Braille, en una máquina de escribir especial. Al final todo los niños se agolparon alrededor de Luisma, para hacerle llegar su cariño, a través del tacto, y que agradeció inmensamente.
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Filed under: Asociaciones | Tagged: disminuidos, torrevieja |
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