Nueva antología poética de Miguel Hernández para el bachillerato de la Región de Murcia, comentada y anotada por Jesucristo Riquelme
Portada: MH PAU Murcia 2025
Los catorce poemas elegidos por el coordinador murciano del distrito universitario para la Selectividad son comentados con minuciosidad insólita: Riquelme es un especialista hernandiano que ha publicado la obra completa y el epistolario general de Miguel Hernández, en dos volúmenes inmensos de la editorial EDAF. A la vez, de manera bastante inusual, el catedrático oriolano ha sabido ser de los más originales y didácticos divulgadores de la literatura española en sus libros de texto de ediciones Micomicona para bachillerato: una invitación a la literatura por la puerta principal de los textos, es decir, de la lectura. Conocida es asimismo Micomicona, la editorial y productora teatral de mérito que tantas obras ha representado para los jóvenes estudiantes de nuestra Región: aplaudidos han sido sus montajes de Historia de una escalera, de Yerma, de La casa de Bernarda Alba, de Lazarillo de Tormes o de La Celestina.
No es habitual, en los estudios literarios, una edición de poesía tan conocida que muestre tan insólitos aspectos interpretativos y que sea ilustrada con rigor y con sentido didáctico de manera tan complementaria e imprescindible. Se ha encargado de la labor de enfocar el trabajo y de hacerlo visual y digerible para bachilleres de Murcia (y para su profesorado) el hijo del propio autor principal: Carlos R. Talamás es un psicólogo profesional de la orientación educativa. Una colaboración de padre e hijo muy satisfactoria y productiva.
En las 160 páginas de este libro, que se presenta como un manual de ayuda de la máxima calidad, se sitúa la figura y la creación literaria de Miguel Hernández en su período de aprendizaje y su primera consolidación en la Murcia del diario La Verdad y de muchos personajes ilustres murcianos: personalidades de la envergadura de Carmen Conde, Raimundo de los Reyes, José Ballester Nicolás, Juan Guerrero Ruiz, María Cegarra se relacionaron o sostuvieron al precoz Hernández de su etapa inicial; y también bebió de Vicente Medina y disfrutó con Ramón Gaya. La edición de su opera prima, el poemario Perito en lunas, fue publicado por ediciones Sudeste, en las rotativas de La Verdad, de Murcia, en 1933. Asimismo, se contextualiza la época literaria y cultural de la España de aquellos años de agitación como fueron los años de la II República (1931-1939).
Quienes quieran saber algo más sobre Miguel Hernández deben asomarse a este manual de buena crítica literaria: y quienes quieren introducirse en el mundo de la poesía se van a asombrar. El estudiantado de bachillerato va a tener una inesperada ayuda para la PAU: va a conocer el contexto en el que brota la poesía de Miguel Hernández –sin olvidar la poesía contemporánea e influyente del sigo xx (Machado, Juan Ramón, la generación del 27 y el grupo del 36), va a comprender la delicadeza de la poesía amorosa del oriolano, va a comprobar cómo un poeta se aleja de influencias tradicionales –petrarquistas, garcilasistas…–, cómo se convierte Miguel Hernández en un poeta moderno del amor o en un poeta del amor moderno, porque el escritor no oculta su sensualidad y su erotismo, e, incluso, no escatima gotas de humor; va a comprender el atento lector asimismo a valorar la poesía rebelde con la que arengaba a los “murcianos de dinamita frutalmente propagada” (y el lector va a saber, por fin, por qué dijo eso de “murcianos de dinamita” y eso de “frutalmente propagada”). Daremos una pista, pero, primero, piense, avezado lector, si atisba la respuesta: bastará con recordar La Unión o Mazarrón… y tendrá la dinamita de sus minas; recuerde los melones de Torrepacheco o los melocotones de Cieza y tendrá el frutal neologismo, inventado por Miguel Hernández, propagado, es decir, esparcido o promocionado.
La pretensión de Jesucristo Riquelme y de Carlos R. Talamás consiste en dar las claves para iniciarse en los temas, los símbolos y las figuras literarias del Miguel Hernández universal que va del rayo al viento, de El rayo que no cesa a Viento del pueblo. Para disfrutar con este libro de casi autoayuda y saber responder con garantías en la PAU, Riquelme y Talamás proponen tres lecturas de cada poema: comenzar con leer un poema de un tirón; después, repasarlo morosamente deteniéndose en las anotaciones; y, finalmente, cuando ya se tienen todas las llaves de las cerraduras de cada uno de los versos, volver a leerlo y a declamarlo con solvencia. A buen seguro que, entonces, el deleite y la comprensión serán plenos.
Cuando la primera lectura del poema nos ha dejado perplejos porque apenas lo hemos entendido por completo, la sorpresa que produce la tercera lectura del poema, después de este prolijo trabajo, es para descubrirse el sombrero (o, como exclamaba Don Latino en Luces de bohemia, para descubrirse o quitarse el cráneo). Quedará de parte de cada joven su denuedo y su interés por aprender y disfrutar del aprendizaje y de la sensibilidad del arte de la palabra para mejorar la democracia y la convivencia “sólo por amor”, como rezaba el excepcional poeta de Orihuela.
El precio topado recomendado también es apropiado para estudiantes: 13,90 euros. Aprovechen los padres para leer a Miguel Hernández. Enhorabuena por este esfuerzo.
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