Con gran emoción tuvo lugar el pasado sábado el entierro de Eduardo Gil Soto, presidente fundador de la Cofradía de la Virgen del Rosario, patrona de Torrelamata. Una gran cantidad de vecinos de La Mata y también los que se desplazaron de Torrevieja, acudieron a la misa funeral para dar el último adiós a este querido personaje de la historia de La Mata y también para acompañar a su familia.
La misa estuvo presidida por el que ha sido párroco de La Mata durante los últimos años, José Luis Arnal, concelebrada por el actual párroco, Francisco Isidro Hernández y el canónigo de la S.I. Catedral de Orihuela, José Antonio Moya, quien disfruta de La Mata en numerosas ocasiones y gran amigo del “Tío Soto”. Entre los muchísimos asistentes que dejaron pequeño el templo parroquial de Ntra. Sra. del Rosario, estuvo el flamante alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, elegido tan solo unas horas antes como primer edil y en cuya ceremonia tuvo unas palabras para recordar a Eduardo Gil Soto. También estuvieron varios de los concejales del nuevo equipo de gobierno del Partido Popular.
En su homilía, José Luis Arnal, destacó a grandes rasgos la fuerte personalidad de Gil Soto y también su buen corazón así como también su acendrada devoción a la Virgen del Rosario. Algo en lo que también coincidió el párroco, Francisco Isidro, en unas palabras que dirigió antes de terminar el funeral. Uno de los instantes de más emoción se produjo cuando sonó el himno de la Virgen del Rosario, tal y como expresó su deseo el propio Eduardo Gil Soto.
Finalmente se produjo el entierro en el Cementerio Municipal de La Mata hasta donde se desplazó la comitiva que, estuvo formada por hasta dos vehículos portando coronas y ramos de flores, además de otros tantos coches en los que se trasladaron tanto la familia como amigos.
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