Encontrar trabajo hoy por hoy, y tal como están los tiempos, es motivo de satisfacción. Si además lo encuentran dos personas jóvenes más aún, ya que todos sabemos lo que marcan las estadísticas sobre el paro juvenil. Pero si además se trata de dos jóvenes con una discapacidad intelectual, ¡esto ya no tiene nombre!, satisfacción, orgullo, emoción, esperanza,…
Pero claro esto no empezó ayer. Como equipo educativo del Centro Concertado de Educación Especial ALPE, nuestra idea de lograr la participación activa de nuestro alumnado en la vida socia l y laboral siempre ha sido una máxima. Hemos de reconocer que ha habido ocasiones en las que hemos visto “el panorama muy negro” y no porque no confiásemos en las capacidades de nuestros chicos, sino porque, a pesar de los pesares, aún seguimos chocando con mentalidades que bien por desconocimiento, ignorancia o simplemente por cerrazón siguen viendo incapacidades, imposibilidades y obstáculos.
Sin embargo, nuestro panorama comienza a cambiar y gracias a un equipo de personas que por su sensibilidad, entendimiento y proyección de futuro, nos ofrecen la oportunidad de demostrar a los demás que es posible que nuestros alumnos realicen una tarea y además de forma eficaz y efectiva. Pero sobretodo traspasar barreras psicológicas y que nos valoren por lo que somos capaces. Y así, de acuerdo con el CEIP Virgen del Carmen, empezamos a realizar prácticas de “montaje de mesas en comedor escolar”. Esto ya se remonta al curso 2012/2013. Hemos de reconocer que los resultados nos llegan a sorprender a nosotros mismos, pues los chicos se muestran receptivos, activos, ilusionados, autónomos,… más de lo que preveíamos.
Y esa puerta ya no se cerró. Desde ese momento hasta hoy, nuestro alumnado sigue realizando esas prácticas, se han sacado el carnet de manipulador y colaboran con las cocineras en tareas como realización de ensaladas. Otro Centro conocedor de la iniciativa nos ofreció una nueva posibilidad y así acudimos al CEP Salvador Ruso desde el curso pasado.
Pero quisimos más y dos restaurantes les acogieron en sus negocios para enseñarle y formarles, Bar “El Rojo” y Restaurante “Las Cañas”.
En la actualidad, otra empresa local (y comprometida), nos brinda sus instalaciones y profesionales para que, en otro sector, amplíen sus conocimientos y aprendizaje, se trata de “Rubio Motor”.
En este momento, la mayor recompensa (esperemos que no sea la última) ha sido que, gracias a las mentes inquietas y tenaces que forman parte del equipo directivo del CEIP Virgen del Carmen, dos de nuestros alumnos el próximo mes de marzo firmarán su primer contrato laboral como monitores de comedor escolar durante dos meses cada uno y una jornada laboral de 2,5 horas, donde desempeñarán las tareas propias del puesto.
A todas esas personas que nos han permitido mostrar las capacidades y posibilidades de nuestros chicos, gracias, gracias y gracias (Jaime, Javier, Ana, Fini, Herminia, Alejandra, María, Milagros, Rufino, Isabel, Sara, Mónica, Santiago, Alberto, Sandra, Mª Tere, Maite, Vicente, Conchi, Loli, José, Eduardo y Cristina).
Y en especial a quienes hacen posible que el término INCLUSIÓN SEA UNA REALIDAD. Nuestra más profundo agradecimiento de parte de toda la comunidad educativa del Centro ALPE, de la Asociación , de las familias y del alumnado al equipo humano del CEIP Virgen del Carmen.
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