La zona de Ocio de Ozone, recibió dentro de su programa de Navidad, la visita del payaso “Edy”. Llama la atención la facilidad con que este personaje “cautiva” a los niños, como el mismísimo “Flautista de Hamelín”.
Es inexplicable la fuerza de atracción que tiene, ya que era digno de ver como obedecían cada orden, cada gesto o cada expresión, milimétricamente, formando unas coreografías de cine. El tal Edy, ataviado con un simple traje sin aspavientos ni excesos cromáticos en su cara, logró reunir en torno a un buen número de personas. Tras contar unos chistes “blancos”, pero buenísimos que hicieron reir al más pintado, la emprendió con unos números de magia de los “de siempre”, que dejan absortos a los más pequeños. Para paliar un poco la fría tarde que ya se convertía en noche, nada mejor que hacerles partícipes de sus canciones. Así que al son de los típicos sones, que en este caso no eran la siempre socorridas canciones de los payasos de la de la tele, sino algunas mucho más originales y participativas, como “soy una cuchara…” o la que le ofrecemos en un vídeo de “La Granja”. Magnífico el número de colocar los adornos navideños a un árbol representado por un niño de nombre Fernando. Los mayores disfrutaron como “enanos” tanto o más que los niños y realmente mereció la pena, ver como disfrutaban a una pléyade de niños cuya cara de felicidad era realmente contagiosa.
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