La Plaza de la Constitución fue ayer el centro neurálgico de la Navidad en nuestra ciudad con la instalación del “Arbol encantado viviente”, que atrajo decenas de niños, la mayoría de ellos acompañados de sus papás que no quisieron perder la oportunidad de hacerse una foto con el árbol y sus pajes.
El acceso al recinto cerrado donde se situó, estuvo en todo momento controlado para que se llevaran a cabo las medidas sanitarias del Covid.
El último acto navideño que la concejalía de fiestas ha organizado antes de la preparación de la llegada de los Reyes Magos, será mañana 30 de diciembre en que se instalara un “Castillo encantado de los príncipes”, desde las 11,00 hasta las 14,00 horas en la plaza de Isabel II, en la zona peatonal que hay junto a la plaza.
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