Objetivo Torrevieja

Álbum Homenaje a Lolita Sevilla, pinchando sobre la foto

VÍDEOS: Esc.M. de Danza-Nuria Girona 1 / 2 / 3 / 4 / 5 / 6 / Cántame un pasodoble español (Ana, Manuel y María)
¡Americanos! y Popurrí (Ana del Río) – Las Cosas del querer / Torrevieja marinera / Yo no soy torrevejense (Manuel Segura)

Álbum, pinchando sobre la foto

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Amaneció el recinto del puerto, en su tercer día de feria oficial, convertido en una ciudad donde los edificios son las casetas, en las que se veneran los recuerdos del Rocío y la abrileña feria sevillana y el antecielo son miles de farolillos que las noche anteriores han lucido dando luz al bullicio de viernes que abarrota cada caseta al ritmo de sevillanas. Ya llegada la tarde las casetas se llenaron de personas de todas las edades, y mientras los más pequeños, ocupaban los tablaos al son de las sevillanas, los mayores daban cuenta de las  mejores viandas que calmasen estómagos y animasen almas para aguantar la velada. Algunas de ellas estaban tan repletas, que acoger algunos coros rocieros que se ofrecieron a cantar en ellas, fue harto difícil. A las nueve de la noche, los presentadores Lisa Schinello y Francisco Reyes, anunciaron la actuación en el escenario principal de las alumnas de la Escuela Municipal de Danza, dirigidas por Nuria Girona, cuyas componentes hicieron vibrar a los cientos de personas que abarrotaban la plaza central del recinto al son de tarantos, alegrías y zapateaos que calentaron las manos del respetable en sonoros aplausos. La noche se tornó melancólica, aunque plena de la alegría del recuero por la gran Lolita Sevilla, cuyo recuerdo se hizo patente en un traje de sevillana amarillo con su típico sobre cordobés, aportado por sus sobrinos presentes en el acto. Los tonadilleros Ana del Rio, Manuel de Segura y María Gracia, sacaron lo mejor de sí mismos para rendir homenaje a una sevillana de nacimiento y torrevejense de adopción que seguro se sentiría satisfecha desde las estrellas, sobre todo cuando un grupo de torrevejenses acompañaron en la escenografía a Ana del Río en la inolvidable “¡Americanos!” de la película de Berlaga “¡Bienvenido Mr. Marsahll!”, que la lanzó al estrellato, y el colofón a sus actuaciones con la canción favorita de Lolita. “Cántame un pasodoble español”. En fin, un día de feria multirracial, donde en una ciudad cosmopolita como la nuestra, no es difícil encontrar un grupo de residentes británicos, luciendo sombreros cordobés y bailando sevillanas o dos japonesas con mantón de Manila, abanicándose como si espantarán un sofocón de agosto.

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