“Salvemos Lo Ferrís” insiste en que el vallado en el paraje supone una infracción -tipificada en el código penal- contra la cañada real, al usurparla y dañarla, por lo que urge su deslinde.
En toda España hay más de 125.000 kilómetros de vías pecuarias y, en concreto, la Comunitat Valenciana cuenta con un rico patrimonio de estos caminos, con una red de más de 14.000 kilómetros, que constituye un activo medioambiental, aunque sólo un 2% está deslindado y se aprovecha para el bien de los vecinos. Según la ley, “son bienes de dominio público de la Generalitat y, en consecuencia, inalienables, imprescriptibles e inembargables”. Pero a menudo, en la práctica, y a lo largo de todo el territorio español se dan los mismos conflictos: no están lo suficientemente protegidas, no se encuentran en buen estado ni deslindadas, por lo que se usurpan, cayendo en manos que se adueñan de estos corredores tradicionales, que son de todos los ciudadanos, con el único objetivo de especular y urbanizar.
“Salvemos Lo Ferrís” lo ha podido constatar después de participar en las X Jornadas en defensa de los caminos públicos, promovidas por la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos y celebradas en Córdoba, y más recientemente en la mesa redonda Vías pecuarias en Murcia: patrimonio, medioambiente, cultura, turismo y sostenibilidad, organizada por la Universidad de Murcia.
En el debate, miembros de la plataforma preguntaron a Juan de Dios Cabezas, subdirector general de Política Forestal de Murcia, y a José Luis Díaz Manzanera, fiscal de Medio Ambiente de Murcia, sobre las responsabilidades penales en las que incurren quienes permiten la enajenación de bienes públicos. Así, se habló de daños a la propiedad pública, delito medioambiental y prevaricación de funcionarios públicos: “El código penal tipifica como delito contra la ordenación del territorio y el urbanismo llevar a cabo obras de urbanización, construcción o edificación no autorizables sobre bienes de dominio público (art. 319) y la omisión en la realización de inspecciones de carácter obligatorio (art. 320)”.
La conclusión es clara: algunas infracciones contra las vías pecuarias, como usurpaciones o daños, tienen trascendencia penal, al atentar contra el dominio público. Sin embargo, la falta de deslindes impide su adecuada protección, por lo que urge un programa de clasificación y deslindes.
Por ejemplo, la Región de Murcia cuenta con 2.750 kilómetros de vías pecuarias. Este patrimonio pertenece al dominio público, está legalmente protegido, considerado “inembargable, inalienable e imprescriptible” y es competencia de la región, que debe garantizar su conservación. A pesar de este amparo legal, en Murcia aún quedan diez municipios cuyas vías están pendientes de clasificar y de las que lo están sólo se han deslindado 10 kilómetros (un 0,36%), lo que contrasta con otras comunidades autónomas como Andalucía, donde se han deslindado 8.879 kilómetros (un 26% del total).
Algo similar ocurre en Lo Ferrís, donde el “muro de la vergüenza” usurpa la cañada real costera, que comienza en Punta Prima, continúa por la costa hasta Cabo Cervera y se dirige a la laguna de la Mata. “Salvemos Lo Ferrís” ha pedido en reiteradas ocasiones tanto a la comunidad como al Ayuntamiento que comience el deslinde. El propio informe técnico de la dirección territorial de la Conselleria de Medio Ambiente afirmaba que el vallado afecta a la vía pecuaria: “A pesar de que la cañada real de la costa no consta como deslindada, por lo que no es posible determinar con precisión los lindes definitivos, se puede constatar que la vía ha sido cortada por el murete construido en la zona”.
La Conselleria concluía de esta forma que la ubicación actual de la valla no sería la adecuada, por lo que proponía, hasta que se realice el deslinde definitivo, modificar el trazado del muro, para que “se respete el ancho de 75 metros de la cañada real de la costa, situando el vallado de forma cautelar, al menos, a 37,5 metros al oeste de la línea de la cañada real”.
Este informe propició que el Consistorio abriera el procedimiento legal para revisar la licencia de obra del vallado, pero una vez más se constata que es imprescindible que comience el deslinde. Por eso, “Salvemos Lo Ferrís” también ha pedido en sus alegaciones al Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) y a José Luis Ferrando, director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, que comience con carácter urgente el deslinde de la cañada real costera en la zona sur de Torrevieja, desde Lo Ferrís hasta Punta Prima, y que a su vez el Pativel incorpore las vías pecuarias no únicamente de forma somera.
La plataforma sigue trabajando y organizando actividades para poner en valor la cañada real que pasa por el palmeral de Lo Ferrís y tirar el “muro de la vergüenza” que la invade. “La ciudadanía juega un papel clave en la defensa de este patrimonio, como lo demuestran las iniciativas tendentes al conocimiento de las vías pecuarias y de su potencial económico, medioambiental, patrimonial y cultural; las movilizaciones ciudadanas han mostrado ser un eficaz motor de protección de las vías pecuarias”, dijo Antonio Contreras de Vera, catedrático del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Murcia y promotor de la actividad.
“Además de la prioridad del uso ganadero, la ley establece otros usos alternativos de las vías pecuarias (turísticos, recreativos y deportivos), lo que revaloriza su contribución al desarrollo rural. La adecuada protección y conservación de la red de vías pecuarias permitiría la conexión, como corredores ecológicos, de zonas de interés medioambiental”, añadió Contreras de Vera. Sin duda, en opinión de “Salvemos Lo Ferrís”, el deslinde de la cañada en Lo Ferrís contribuiría a revitalizar el corredor verde hasta la laguna de Torrevieja que proyecta el Pativel.
Es una gran oportunidad para dar valor añadido a la zona y sobre todo para unir lugares de importancia comunitaria (LIC) y zonas de especial protección para las aves (ZEPA). Que la trashumancia no se dé como en décadas anteriores no justifica que estos caminos sean vallados y pierdan su titularidad pública: las vías pecuarias se pueden adaptar a las nuevas necesidades, en una tendencia global más respetuosa con el entorno, con itinerarios para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de la naturaleza y del patrimonio cultural.
“Salvemos Lo Ferrís” se encuentra trabajando con la Universidad de Alicante para que se celebren en Torrevieja las primeras jornadas sobre protección y mantenimiento de las vías pecuarias de la Comunitat Valenciana. Además, la plataforma participa en el proyecto Desaparición y clausura de los caminos públicos en España: su impacto sobre el derecho al paisaje, un estudio impulsado por la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos y el Landscape Research Group, una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1967 con sede en Oxford, sobre las consecuencias que la desaparición, usurpación o degradación de los caminos públicos tiene para el ejercicio de la ciudadanía al acceso al paisaje.
Por último, “Salvemos Lo Ferrís” también apoya la movilización del pasado domingo en Cala Mosca, ante la posibilidad de que se apruebe el plan urbanístico que supondría la construcción de 1.500 viviendas en este entorno, el último kilómetro de playa virgen de Orihuela, que se encuentra en peligro desde los años 90. El Parlamento Europeo paralizó la ejecución de este proyecto y obligó al promotor urbanístico a hacer un estudio de impacto ambiental que condicionara su diseño, pero ahora, tras años de lucha política y social, la amenaza continúa: apenas han aumentado las restricciones medioambientales y el proyecto sigue siendo exactamente igual de destructivo que el original.
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