Objetivo Torrevieja

Mercedes Mateo Mínguez recibió el “Capirote de Oro” de la Semana Santa de Torrevieja

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El Templo del Sagrado Corazón de Jesús, fue testigo anoche, con motivo del Año Jubilar por su 50º Aniversario del primer gran acto que abre las puertas de par en par de la Semana Santa, ejerciendo como mantenedor el periodista local, Antonio Aniorte. Comenzó el acto con el protocolo de entrada de los presidentes y nazarenos de las Cofradías y Hermandades, el concejal de cultura, Antonio Quesada; la “Capirote de Oro 2023” Mercedes Mateo Mínguez, acompañada del presidente de la Junta Mayor, Francisco Beltrán; el consiliario de la JMC, Manuel Martínez Rocamora; el Párroco del Sagrado Corazón y el pregonero 2023 Rvdo. Ángel García Rodríguez “Padre Ángel”, acompañado del Alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón.

Al acto asistieron además, Maribel López Cerdán, Reina de la Sal y sus damas Minerva Sinnema Carnecero y Lucyla Pérez; la vicealcaldesa Rosario Martínez Chazarra, la casi totalidad de la Corporación Municipal; representantes de las Fuerzas del Orden y una representación de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas.

Tomó la palabra en primer lugar, de forma excepcional, el Párroco del Sagrado Corazón, que recordó que el Papa Francisco, otorgó por el Cincuentenario de la Parroquia, el Año Jubilar, comparando la puerta Santa, con la brecha abierta en el corazón de Cristo. Dio la gracias a La Junta Mayor por otorgar este honor a la Parroquia y proclamó el júbilo por la Resurrección de Cristo.

Tras él, el Presidente de la J.M.C., Paco Beltrán quiso agradecer a todas las Cofradía el trabajo anual que realizan para sacar a la calle una verdadera catequesis. Proclamó la Fe que nos mueven y se demuestra a través de todos los que participan, recordando especialmente que este año son dieciseis tronos los que desfilen y que salen casi todas a hombros con un total de ochocientos costaleros, que “rezan con los pies” y que con todos los que cada día hacen “pequeñas cosas” hacen que las procesiones salgan a la calle. Proclamó además la Esperanza, con la frase de la Epifanía “Y volvieron por otros caminos”, y ello indica que la Semana Santa es una tradición pero hay que “abrir nuevos caminos”, por último la Caridad, abriendo las quince cofradías proyectos enfocados a realizar actos ed ayuda a los demás, porque como es lema de este año “En ti creemos”

El pregón pronunciado por el Padre Ángel, comenzó dando las gracias a la Junta Mayor, a todos los presidentes y al alcalde, por hacerle permitido estar en medio de las personas y poder abrazarlas por las calles. Su pregón supuso un “aldabonazo” a la conciencia de los creyentes y no creyentes, mencionando de forma especial a los políticos. Dijo que venía a pregonar a Cristo, al que nos pidió porque el amor es la base de la convivencia y la caridad, que nos amaramos los unos a los otros, y nos pidió encarecidamente que nos amaramos, porque sin amor no hay esperanza y nunca surge el sentimiento de la caridad

“Vengo a pregonar a Jesús no vengo a hacer un mitin, ni una conferencia, ni una charla, vengo a hablar de ese Jesús de Nazaret, desde esa iglesia de San Antón en Madrid, un lugar de acogida y donación donde sanamos la salud del alma, acompañamos la soledad de las personas sin techo, mitigamos el dolor de estos mártires, que como dice el Papa Francisco son la verdadera carne de Cristo”…  (Extracto del Pregón al final)

Tras el acto del pregón recibió de manos de Paco Beltrán el “Capirote de Oro 2023”, Mercedes Mateo Mínguez, persona que forma parte de la Cofradía del Cristo Crucificado desde su fundación en 1954. Como modista ha participado con sus aportaciones desinteresadas en la mayoría de cofradías de la Semana Santa de Torrevieja. Es camarera de María Santísima del Silencio desde 1997 y autora de su ajuar.

Tomó la palabra el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón que elogió el pregón, dado desde la humildad y sobre todo desde corazón el el Padre Ángel y reconoció a Mercedes Mateo ese “Capirote de Oro 2023”, despidiéndose a animar a todos a vivir una semana llena de ilusión y esperanza.

Cerró el acto el consiliario de la Junta Mayor, Manuel Martínez Rocamora que dijo haber quedado sin palabras adecuadas, tras escuchar al Padre Ángel y su forma de transmitir la Semana Santa.

La brillante parte musical estuvo a cargo del Coro Maestro Ricardo Lafuente, junto con el “Hoquetus Ensamble” compuesto por Adrián Vallejos, saxofón ; Alicia Vallejos, clarinete; Marcos Sánchez, percusión; Jairo Andreu, Trompeta; Alejandro Hernández, bombardino; David Cartón, percusión y Dayra Lindo flauta. Con la participación del organista del Sagrado Corazón, Eneko Osuna, dirigidos todos ellos por Aurelio Martínez que entonaron: la Pasión tradicional de la “Tía Tortas”, Obertura de “Yohanan” libreto de J. A. Quesada y música de Aurelio Martínez, “Nuntius Pacis” (Mensajeros de la Paz) de Aurelio Martínez, dedicada al Padre Ángel y cuya partitura le fue entregada como muestra cariño, así como a la presidenta de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo “Nazareno”, Toñi Ortiz. Por último sonaron las notas de “La muerte no es el final” de Cesáreo Gabarain, compuesta en honor de Juan Pedro, un joven organista de su parroquia que falleció a los 17 años

EXTRACTO DEL PREGÓN DE ÁNGEL GARCÍA “PADRE ÁNGEL”

El Padre Ángel, alabó la labor pastoral y social caritativa que llevan a cabo las cofradías y hermandades de Torrevieja, sobre todos en estas fechas que los cristianos evocamos la contemplación del amor a Dios. Evocó el amor de María que permite el sacrificio de su Hijo y en el dolor de ver a Jesús crucificado, espera el júbilo de esa resurrección.

Dijo que la Semana Santa de Torrevieja es una Semana Santa viva que resiste al paso del tiempo porque han sabido unir la tradición de una fe, con la modernidad, donde es posible escuchar en silencio de los pasos cuando pasan por nuestras calles, donde la historia nos envuelve y donde se puede disfrutar del entorno del gastronomía o de la tranquilidad del clima.

Continuó en primera persona diciendo “Vengo a pregonar la Semana Santa y hablar en voz alta y pedir de rodillas lo que pienso y rezo, vengo a decir que creamos en Dios y creamos en los hombres, vengo a pregonar a Jesús hombre Dios que nació vivió y murió por amarnos, por amar a tanta gente, por amar a todos sin exclusión a los pobres y a los ricos, a los justos y a los pecadores, amó más a los más débiles y a los pecadores. Vengo a predicar a Jesús, que defendía con toda su alma y sus fuerzas a los que le perseguían, a un Jesús que predicó con valentía y con bondad, que los hombres no podemos, ni debemos pelearnos, a pesar de que hicieron un juicio falso y condenaron a muerte, sin preguntas y sin ninguna garantía. Jesús dio de comer, curó enfermos, predicó el amor, dijo que todos somos hijos de Dios, no siditos, ni propiedad de nadie. Dios también dijo que los bautizados y nos bautizados, somos todos hijos de Dios y yo añado, negros y blancos,orientales y los ucranianos, los que no tienen papeles y los que tienen papeles, todos somos hijos de Dios”

Comentó que no se puede avasallar al pueblo, como están haciendo con el pueblo de Ucrania, porqué Jesús vino a predicar la justicia, la bondad y el perdón. Jesús que escribió en la tierra “tirar la primera piedra si de verdad creéis que vosotros no tenéis nada”, dijo, ese Jesús que lloró cuando se morían los amigos y el que “cantaba las cuarenta desarmando a todos”, diciendo “Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

“Vengo a pregonar la pasión y la muerte del Señor en una hermosa tierra que se enfrenta al reto del futuro, sé que amáis al Cristo que cada día os da consuelo y también os guía a vosotros en los laberintos de esta vida moderna, a él le pido por vosotros para que os siga cuidando y protegiendo y para que nos conserven vuestros corazones esa nobleza que adorna todos los torrevejenses y ante él recuerdo a los muertos de los desastres naturales de Turquía y de Siria acaecidos hace poco, a los desastres humanos, a esas guerras y conflictos y a tanto lugares donde existen guerras olvidadas que no salen en ningún medio, pero que siguen produciendo huérfanos, viudas dolor y miseria”
Dijo que los mares, nuestros mares, son las verdaderas autopistas del transporte y de la comunicación y entre los mares ha destacado el Mar Mediterráneo los pueblos y países que vivimos a la orilla de Mediterráneo, cuyas olas tristemente son el sudario de los que mueren en el mar, no solo los marineros o pescadores, también los que huyen del miedo a la guerra o la explotación humana. Son los nuevos náufragos del siglo XXI, los que huyen de su tierra donde creen que encontrarán un mundo mejor.

Pero nuestra sociedad es la los deja morir porque no dejan pasar los refugiados, los migrantes que llevan mucho tiempo ocupando las portadas de los telediarios y las charlas de una parte del corazón.

Agradeció lo que aquí se ha hecho con los Ucranianos, pero nos dijo que no nos engañemos, porque la sociedad civil no es suficiente en fuerte, ni es lo bastante organizada para solucionar todos estos problemas tan graves, son los gobiernos los únicos que pueden hacerlo y les pidió que deben hablar menos, discutir menos y remangarse, en lugar de esconder la cabeza “bajo el ala” en comisiones y cumbres tan fallidas como pomposas.

La Semana Santa es esa expresión de dolor y pasión que debemos verla como la prueba de la máxima caridad, del máximo amor de Cristo a los hombres, de ese Cristo indudablemente Dios pero también verdaderamente humano ese Cristo que por nuestras calles y que tenernos que verla como la prueba de la máxima caridad, del máximo amor.

“Vengo a recordar que junto al hombre que sufría amarrado a la columna o clavado en el madero, estaba una madre, que es también la nuestra, dándole un cariño pidiéndole por él, abrazando su cuerpo, como vemos muchas veces a tantas madres en los hospitales abrazando a sus hijos y dando su vida por ellos.

Vengo a traer el apoyo de la iglesia en la que creó “la Iglesia del sí, no la iglesia de todo no y del no a todo” desde esa iglesia que sin duda ha hecho cosas malas de las que nos avergonzamos y pedimos perdón y que debemos reparar, pero de esta iglesia, también a la que uno ama y que fue pionera en obras sociales, fue la primera institución que atendió aquellos enfermos de lepra, de Sida, del Ébola o ahora de los emigrantes, de la pandemia.

Os pido también que además de creer en Dios, creáis en los hombres, en esas personas que están con nosotros, en vuestra familia, en nuestros gobernantes, en los amigos y amigas que tengamos en la vida. Creo firmemente que el amor es la mejor y la más eficiente arma que el Señor ha dado a las personas para cambiar las cosas, para hacer un mundo mejor, por eso yo os digo amaos, amaos mucho, amaos siempre, en las alegrías y en las penas, amaos en la presencia del Señor porque si os amáis, si nos amamos, acertaremos a vivir siempre esa grande y hermosa vocación que es la de ser de aquel que humillaron que azotaron y que mataron pero que después resucitó y que volvió glorioso entre los suyos.

Dejadme pregonar al Jesús de la Paz y la Resurrección, el que se encarnó por amor, el que vivió amando y muriendo, el que cada Semana Santa recordamos y que pone ese broche de oro al pacto del amor más maravilloso nunca jamás contado por Dios y por la humanidad.

¡Que vuestra patrona la Virgen Inmaculada, que nuestros padres y nuestros abuelos nos bendigan, estén aquí o estén arriba en el cielo , que Dios los bendiga a todos”

El pregón recibió una ovación de varios minutos, recibiendo del Presidente de la JMC, una metopa con el estandarte de la Junta Mayor en agradecimiento a su pregón

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