Objetivo Torrevieja

Envuelto en un despliegue mediático como pocas veses hemos visto en nuestra ciudad, ayer prestó declaración durante una hora en los Juzgados

Álbum, pinchando sobre la foto

F. Reyes / La Verdad

VIDEO: Salida de los Juzgados

Durante algo más de una hora estuvo ayer el pederasta Daniel Galván prestando declaración en los juzgados de Torrevieja, acusado por los padres de una menor, quienes le señalan como autor de una serie de presuntos abusos deshonestos que ocasionó a su hija cuando ésta contaba entre cuatro y cinco años. Su abogado, Manuel Maza, a la salida de los juzgados, rechazó tanto las acusaciones que le trajeron de nuevo a Torrevieja, como la condena que le fue impuesta en Marruecos y atribuyó al tirón de Galván en los medios de comunicación como pederasta desde que recibió el indulto de Mohamed VI el hecho de que a la familia de la menor «se le ocurriera inventarse esta denuncia». Durante su declaración respondió a las preguntas tanto de la magistrada como del representante del Ministerio Fiscal, así como de su propio letrado, según datos ofrecidos por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Galván fue trasladado por la Guardia Civil desde la prisión madrileña de Soto del Real, donde permanece al haber revocado el rey de Marruecos el indulto que recibió por error, cuando cumplía treinta años de condena firme por haber abusado de varios menores en el reino alauí. Fue requerido por el Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja al haber denunciado el padre de una menor supuestos abusos que sucedieron en la ciudad salinera, donde Galván residió varios años cuando fue colaborador tanto de la Universidad de Murcia, como de la Guardia Civil como traductor de árabe.
Admite la relación
A pesar de ello reconoció que Galván mantuvo una relación de amistad con la familia de la menor, residente en las llamadas ‘Casas Rojas’, unos bloques de viviendas sociales en la zona próxima al centro de salud de El Acequión, que se encuentran frente a la vivienda que ocupó el denunciado en la calle Guardamar y de la que, al parecer ,sigue siendo propietario. Esta relación se mantuvo hasta que hace unos años Daniel Galván decidiera establecerse en Marruecos y coincidió con el periodo en el que el denunciante regentó un quiosco de golosinas en la cercana plaza de las Islas Canarias y que ahora se encuentra cerrado.
El abogado, Manuel Maza, expresó con satisfacción que «ni la juez ni el fiscal hayan pedido prisión para mi cliente por esta causa», pero lo cierto es que tampoco él ha solicitado el sobreseimiento de las actuaciones aludiendo que «esto habrá que verlo más despacio y tendré que ordenar todos los datos y ponerlos por escrito». Maza señaló que durante la comparecencia de Galván observó numerosas contradicciones entre las declaraciones de los padres, qe se produjeron el viernes, como de la todavía menor, a la que se le tomó declaración el jueves una vez que fue localizada por la Guardia Civil después de haberse fugado del centro de menores en el que está interna, por lo que los padres no tienen actualmente su tutela.
Esta huida provocó el aplazamiento de la declaración del pederasta que, en un principio, estaba prevista para el pasado jueves. Entre las versiones que el abogado de la defensa citó como contradictorias, manifestó que «entre los abusos denunciados figura que le metió los dedos en la vagina» y añadió «pero también se dice que pasaron cosas en la playa y otros dicen que no pasó nada». Reiteró que Galván «es inocente de esto y también de los delitos por los que fue condenado en Marruecos» y aseguró que «está totalmente libre por esta causa». Ahora el siguiente paso será la citacion, para mañana, lunes, de una chica que Galván conoció en Torrevieja «y con la que mantuvo una relación de novios». Acudirá en calidad de testigo.
La presencia del denunciado de nuevo en la ciudad salinera levantó una gran expectación mediatica, con la presencia de numerosos periodistas y cámaras de televisión. También se concentró un pequeño número de curiosos que profirieron insultos a Galván cuando era conducido al furgón policial que le trasladaría de nuevo a la prisión madrileña.
Al término de la declaración de Daniel Galván en el Palacio de Justicia de Torrevieja, su abogado respondió a la llamada de los numerosos periodistas que le alertaban a voces, acudiendo hasta sus inmediaciones, al otro lado de un vallado que dispuso la Guardia Civil para evitar incidentes. Antes de recibir ninguna pregunta, el letrato Manuel Maza, con un tono de cierta emoción, preguntaba una y otra vez en voz alta por qué su cliente «lleva los cuatro dientes de abajo rotos», para acto seguido responderse a si mismo diciendo que «la razón es que la policía marroquí le dio hasta que se los rompió». De esta forma, el abogado defensor acusaba a las fuerzas policiales de Marruecos de haber causado malos tratos a Galván, durante su estancia en el vecino país en el que residía, donde fue condenado a 30 años de prisión por los abusos que practicó a once menores de entre 4 y 15 años.

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