El Hospital Universitario de Torrevieja, de titularidad pública, es gestionado por la mercantil Ribera Salud, en base a un contrato suscrito con el Gobierno Valenciano y que finaliza en octubre del año que viene. No obstante, en octubre de este año, ambas entidades, Consellería y Ribera Salud, deberán manifestar su interés en formalizar una prórroga, por cinco años, del contrato.
Es claro el interés que tiene Ribera Salud, en prorrogar este contrato, una idea de lo rentable que le resulta a esta empresa son las aportaciones o colaboraciones millonarias que está ofreciendo a los distintos ayuntamientos del área, para que respalden su continuidad, así como las continuas manifestaciones de ensalzamiento que, a través de plataformas, mas o menos manejadas, están llevando a la calle con calado sentido salvador.
Se deja oír, si no prorroga el contrato, las escuelas deportivas municipales de Torrevieja, desaparecerán y otros disparates semejantes.
Torrevieja y los municipios colindantes pertenecientes a esta área de salud, seguirán siendo los mismos, tendrán los mismos servicios de que disponen actual y lógicamente mejorados, por el propio progreso independientemente de cómo acabe la relación entre la empresa privada y el ente público.
Pero tocado el tema de la calidad sanitaria y como ha quedado descubierto en la actual crisis sanitaria y sin ahondar en temas de difícil explicación por parte de la empresa privada, ha quedado claro que la gestión pública es preferible a la privada.
También pregonan que la gestión pública resulta más cara, pero tendrían que demostrarlo, lo cierto es que la finalidad o el logro de la gestión pública no es la rentabilidad de un servicio, el prestarlo más barato o sacar el mayor beneficio. La gestión pública persigue prestar los servicios en las condiciones de máxima calidad y con un carácter igualitario y universal.
Por ello, los socialistas, desde los distintos estamentos y como no puede ser de otra forma defendemos la gestión pública del hospital, es más como socialistas defendemos la gestión pública de todos los servicios públicos.
Ante la próxima finalización del contrato de gestión privada del hospital de Torrevieja hemos de pronunciarnos en contra de la prórroga del contrato y de la asunción de la gestión pública del mismo.
Sirva la presente, para desde aquí mostrar nuestro apoyo al Gobierno de la Generalitat en su interés de recuperar la gestión de este hospital.
También hemos oído las críticas a sindicalistas socialistas, ante las dudas planteadas entre la defensa de los trabajadores y la del modelo de gestión.
Entendemos que todo cambio trae sus miedos, preocupaciones y dudas, llevando la máxima expresión a parte de la plantilla de personal que presta sus servicios en dicho centro, defender esta situación es labor que le corresponde, entre otros, a los sindicatos de trabajadores y entre los dirigentes de estos sindicatos nos encontramos con militantes socialistas con una difícil labor, aunque entiendo que no debe confundirse la labor de un sindicalista en defensa de los trabajadores y de sus derechos y la defensa de la gestión pública de un servicio público y fundamental como es la sanidad. Esta última gestión, la situación de los trabajadores, debe resolverse hablando y negociando, ahí entra la labor de los sindicatos, la cual todo socialista debe respetar por su propia naturaleza.
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