Se trata de un dispositivo para ocluir la comunicación anómala entre dos cámaras cardíacas que puede predisponer a un ictus. El nuevo sistema de oclusión del foramen oval permeable (PFO) permite tratar a los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular y corren el riesgo de sufrir otro
El Servicio de Hemodinámica del Hospital Universitario de Torrevieja ha incorporado un nuevo dispositivo que permite intervenir, mediante un catéter mínimamente invasivo, para reducir el riesgo de sufrir un ictus. Se trata de un dispositivo para ocluir la comunicación anómala entre dos cámaras cardíacas que puede predisponer a un ictus. Este nuevo sistema de oclusión ofrece una mejora con respecto a la tecnología actual.
El foramen oval es una abertura en la pared del tabique que separa las dos aurículas del corazón que, durante la vida intrauterina, permite el paso de la sangre oxigenada desde el cordón umbilical hasta la circulación sistémica del feto sin tener que pasar por el pulmón. Normalmente, esta comunicación entre las aurículas se va cerrando progresivamente después de nacer o bien con las primeras respiraciones. Aproximadamente en un 30% de la población adulta el cierre interauricular total no se produce, persistiendo un FOP.
Esta alteración no produce síntomas en la mayoría de los pacientes con lo que, de entrada, no debe tratarse. Sólo se recomienda su cierre en los casos en que el FOP se acompaña de la aparición de un ictus de causa desconocida (ictus criptogénico).
El nuevo sistema de oclusión del foramen oval permeable (PFO) incorporado por el Servicio de Hemodinámica del Hospital Universitario de Torrevieja permite mejorar el tratamiento a estos pacientes, especialmente aquellos que sufrieron un accidente cerebrovascular y corren el riesgo de sufrir otro.
La tecnología se adapta a una gran variedad de anatomías de pacientes. Cuenta con un tamaño de oclusor de 30 mm para optimizar el ajuste en el corazón y es totalmente recuperable y reposicionable para facilitar los ajustes y la colocación precisa.
La Dra. Manuela Romero Vazquiánez, responsable del Servicio de Hemodinámica, afirma que “la llegada de nuevas técnicas mínimamente invasivas está revolucionando el campo de la cardiología intervencionista, en este caso, podemos reducir el riesgo de volver a sufrir un ictus gracias a un procedimiento que reduce el tiempo de recuperación y las complicaciones para nuestros pacientes”.
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