El presidente valenciano comunica en rueda de prensa que los comicios regionales coincidirán con los elecciones generales
Ximo Puig y Monica Oltra
Fuente Efe/Agencias
El pleno del Consell ha dado luz verde al adelanto electoral. Sin embargo, el acuerdo ha quedado muy lejos del consenso. Todos los consellers de Compromís se han mostrado en contra: la vicepresidenta Mónica Oltra, el conseller de Economía, Rafael Climent, el de Transparencia, Manuel Alcaraz, la de Agricultura, Elena Cebrián y el de Edudación, Vicent Marzà.
Por su parte, los socialistas, el de Hacienda, Vicent Soler, la de Obras Públicas, María José Salvador, la de Sanidad, Ana Barceló, y la de Justicia, Gabriela Bravo, se han mostrado a favor. Puesto que el presidente es quien tiene la prerrogativa de disolver Les Corts, su opinión ha sido determinante para sacar adelante una votación que ha partido en dos el Consell del Botanic.
Poco después de la comparecencia de Puig, la vicepresidenta, arropada por los otro cuatro consellers de Compromís, ha argumentado que no veía justificada la decisión del president de adelantar las elecciones autonómicas porque no se dan las razones políticas ni parlamentarias para ello.
Ha incidido en que la potestad estatutaria que ha utilizado Puig “no singulariza las elecciones valencianas para el futuro” y ha dicho no entender qué ha cambiado desde la última vez que habló de este tema con el president, el pasado 15 de febrero, cuando Pedro Sánchez anunció el adelanto de las generales.
Oltra ha recordado que es día acordó con Puig “un mensaje común” basado en que no se daban las razones políticas para adelantarlas porque habían aprobado el presupuesto y había estabilidad tanto parlamentaria para sacar adelante proyectos legislativos como política para acabar la legislatura.
Ha negado sentirse “traicionada” por Puig, ha destacado que gobernar “no es una aventura, es una responsabilidad”, ha indicado que el informe jurídico remitido está sin firmar y es de esta misma tarde y ha desvelado que en el pleno del Consell no se ha votado a mano alzada, sino que se ha ofrecido la opinión y ella ha sido la portavoz de los consellers de su partido.
Ximo se habría inclinado hacia quienes piensan que Sánchez va a tener un buen resultado, como anuncian las encuestas y como le atribuyen los corrillos «es una persona con mucha suerte», de lo que se provecharían Ximo Puig y su partido, el PSPV.
Además, juega a favor de Puig que la separación de los comicios autonómicos de los municipales perjudica a Compromís (de ahí que Mónica Oltra no quiera hablar de adelanto) ya que esta coalición basa su fuerza esencialmente en los ayuntamientos.
Igualmente, el PPCV queda dañado porque, al jugarse en clave nacional, es muy probable la subida de Vox en perjuicio de los populares. La división del voto en la derecha beneficiará, al menos en teoría, a los socialistas. Puig habrá vencido así su natural inclinación a no distorsionar las relaciones con su socio y su miedo a que las expectativas halagüeñas de Pedro Sánchez no se cumplan y le arrastren en esa caída.
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