El Teatro Municipal de nuestra ciudad, se vistió ayer con sus mejores galas, para recibir a aquellos galardonados que durante 50 años, ha sido reconocidos con el Premio Diego Ramírez Pastor y que aún están entre nosotros. El aforo se llenó al completo, siempre guardando la distancia social y la normativa sanitaria que impone esta pandemia mundial, la misma que ha impedido que anoche como era tradicional, se entregasen el premio en una Cena de Gala, celebrando al mismo tiempo el Día del Ausente.
El mantenedor del acto fue el periodista local, Antonio Aniorte Guerrero y como toda la gala, fue intercalando retazos musicales de nuestra historia, abriendo con la habanera Torrevieja del Maestro Ricardo Lafuente, uno de los galardonados con el Premio y que fue interpretado por varios solistas del Conservatorio Profesional de Música “Francisco Casanovas”, acompañados al piano por María Ortigosa y al contrabajo por Elena García Gil.
Antonio Sala Buades, nos hizo un recorrido histórico de lo que supuso la creación de ese premio en 1970, por el alcalde Juan Mateo, tras la muerte del que fuera presidente de la Hermandad de Torrevejense Ausente de Barcelona, dedicando al mismo tiempo una de las grandes avenidas de la ciudad.
De nuevo las habaneras cobraron el protagonismo de una noche tan torrevejense, primero con “La Dulce habaneras” en las voces de Lucía España y Víctor Alcañiz y después con “Dejadme” en la voz de Christian Martínez y Víctor Alcañiz, una hermosa composición de Mari Paz Andreu y Armando Barnebáu, y que fue el preludio de una evocador homenaje a la propia Mari Paz desde la Residencia de las Hermanas Carmelitas a quién le fue anunciado por el alcalde de la ciudad Eduardo Dolón, la entrega de un reconocimiento por su trabajo como una de las creadoras e impulsoras del Premio Diego Ramírez y por todo el legado cultural que ofrece a Torrevieja, siendo recogido este reconocimiento por sus hijos.
Se emitió después un documental retrospectivo en el que pudimos ver en imágenes la historia del premio, y como los protagonista del mismo surgían desde todos los estamentos de la vida social de la ciudad, desde el deporte, la cultura, los oficios tradicionales, la iglesia o entidades sociales, ligadas a la caridad y la ayuda a los demás.
A continuación llegó el momento más emocionante de la noche. Cuando el alcalde, Eduardo Dolón, el concejal de cultura, Antonio Quesada y la secretaria del jurado, Gema Mateo, entregaron las insignias conmemorativas a todos aquellos cuya salud y circunstancias les permitió acudir, y que en algunas ocasiones fueron recogidos por sus herederos
Fue el momento para que el primer edil como presidente del Premio Diego Ramírez, tomara la palabra para felicitar a todos los galardonados y animar a todos los que cada año se entregan para que este premio llegue a las manos de quien guarde el espíritu con que se creó de llevar el nombre de Torrevieja, su cultura y el amor a ella y a sus vecinos y que el año próximo podamos celebrarlo como siempre y recordemos este año como una pesadilla, declarando finalmente abierto el 51 Premio “Diego Ramírez Pastor”.
La música de ¡Alfonsina y el mar” en la voz de Belén Puente, dio paso al cierre de la gala y que como cada año se hace entonando todos el “Himno de Torrevieja”
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