Varias decenas de personas se concentraron en la mañana de ayer en la puerta de las viviendas de la Parroquia de la Inmaculada para testimoniar su cariño y admiración hacia el sacerdote D. Tomás Álvarez Fernández que durante los últimos quince años ha sido colaborador de la parroquia de la patrona de Torrevieja. El sacerdote leonés se disponía a emprender viaje hasta su tierra, donde piensa instalarse y por eso fueron muchas las personas que acudieron para despedirle. La noticia de su marcha de Torrevieja ha sido toda una sorpresa para los feligreses, especialmente los de los grupos en los que participaba con más asiduidad como la pastoral de la salud, la Asociación Hijos de la Inmaculada o la delegación local de la Hospitalidad Diocesana de Ntra. Sra. de Lourdes. Precisamente el miércoles durante la misa de acción de gracias que se celebró en la Parroquia de la Inmaculada el sacerdote, Francisco Miravete, dio lectura a unas palabras de despedida de D. Tomás, así como la delegada de la hospitalidad, Concha Sala también pronunció unas palabras en las que expresó el cariño de la comunidad parroquial por los casi quince años de servicio en Torrevieja, a la que comenzó a venir hace 32 años.
D. Tomás Álvarez ha dejado una gran huella entre muchos torrevejenses que no comparten la decisión de su marcha.
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