Objetivo Torrevieja

Además de sus vivencias personales nos habló sobre el ‘Silencio de María’, que desde lo cotidiano y como madre de familia, hacía su trabajo diario siguiendo y amando a Dios.

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VIDEO: Pregón (M.Carmen Lavesa)

En presencia de las autoridades civiles y eclesiástica, y presentado por Francisco Reyes, tenía lugar, en la tarde de ayer, viernes 21 de noviembre, al término de la Celebración de la Eucaristía, el acto que inaugura un año más las Fiestas Patronales en honor a la Purísima, el Pregón, ofrecido por Conchita García de Otazo y Albertus, que es natural de Orihuela y reside en Torrevieja desde 1982, momento desde el que se vinculada a la Parroquia de la Inmaculada Concepción, y en cuyo despacho desempeña la labor administrativa desde el año 1993, siendo profesora de religión y ejerciendo como tal en la actualidad en el I.E.S. Playa Flamenca de Orihuela Costa, además de ser Diplomada en Magisterio en la especialidad de lengua extranjera.
En una primera parte de su pregón, nos habló sobre sus vivencias en los 32 años que lleva como una torrevejense más, caminando siempre bajo el manto y el amparo de María, llevando su nombre al igual que su madre y habiendo crecido en colegios religiosos bajo la titularidad de María. Entre sus recuerdos, se encuentra la bajada de la Virgen desde el camarín o al pasar por a la altura del antiguo Santo Hospital, cantaba con su coro de la Inmaculada la Salve Marinera, habiéndola portado a hombros en su traslado a La Mata en el Año Mariano o hace diez años en el 150 aniversario de la Proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. Ya en la segunda parte, se centró en como el silencio y la entrega de María la acompañaron a lo largo de su vida, en el momento de ser madre y concebir un hijo sin conocer varón o el caso de su prima Isabel, en la vejez. También, la llegada del nacimiento, en soledad y en silencio. También se manifestará este silencio, en el momento del sufrimiento y del dolor, cuando la profecía de Simeón, en la que una espada atravesará su corazón. Y así, durante toda la vida de María, en silencio y actuando como intercesora de su Hijo. Convirtiéndose de Madre a Discípila.
Al finalizar y como es tradicional, de manos del párroco de la Inmaculada, Manuel Martínez Rocamora y del alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón Sánchez, recibió una imagen, copia de la Inmaculada Concepción, obra de Víctor García Villalgordo.
Para el mayor realce del acto, actuó el Grupo “Hoguetus Emsamble”, formado por la Soprano, Pilar Páez; el Tenor, José Antonio Quesada y el Barítono. Antonio Martínez Prieto, acompañados al saxo por Adrián Vallejos y al piano por Aurelio Martínez López. Interpretaron un programa de música sacra dedicado especialmente a María y que acabó con la interpretación de la habanera “A mi añoranza”, con cuya letra acabó el pregón Conchita. A todos ellos se les hizo entrega de un diploma, que fue entregado por la presidenta de la Asociación Hijos de la Inmaculada, Encarna Brotons, en agradecimiento por su participación.

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