Texto de Emiliano de Huarte
Lo primero, sed bienvenidos a Navarra, a Pamplona a Huarte.
Tenéis un amigo aquí desde hace mucho tiempo, Jesús Iriarte que le gustan aquellas tierras para descansar y volver aquí pleno de ilusión y energía y que no cesa de contarnos y cantarnos las bondades de Torrevieja para que le acompañemos en sus escapadas. A partir de ahora tenéis más amigos en esta tierra. A este Club Ciclista de Huarte le habéis enamorado.
Y por qué digo semejante cosa?
Intentaré resumirlo en tres ideas: La primera me centraré en el aspecto deportivo.
Recorrer 1.500km haciendo una media de 150km diarios, sin días de descanso es una hazaña que está al alcance de muy pocos. Hace falta mucha voluntad, fuerza y coraje para no desfallecer. Y hay que ser muy buenas personas para lanzarse a esta aventura.
Y esto me da paso a la segunda idea.
Este acto es un acto humanitario. Si lo vemos desde un punto de vista cristiano reúne las tres virtudes esenciales: Fe, Esperanza y Caridad. Las tres con mayúsculas. Sois gente con una Fe muy grande, que habéis despertado una esperanza tremenda y derrocháis Caridad a manos llenas.
Pero también, si lo vemos desde un punto de vista laico, es lo mismo: Comenzasteis en Paris, Francia, el país que hace gala de su constitución de los tres principios que serán después la base de los Derechos Humanos: Fraternité, Igualité et Solidarité.
Lo vuestro es un acto heroico de solidaridad. Y esto me sirve para terminar con la terceras idea.
Cual es vuestra motivación concreta en esto?
Un sueño, un sueño maravillosos que en boca de uno de vosotros es poca cosa, es echar una manica, aquí empleamos este diminutivo.
Pues os diremos que no es poca cosa, que lo que estáis haciendo por los niños que tienen cáncer y luchan contra él es algo impresionante.
El Hospital de la Fe de Valencia es pionero en su investigación y está creando unas expectativas muy grandes. Pero el trabajo es arduo, abnegado y difícil. Se requieren fondos para que el esfuerzo y los logros conseguidos hasta ahora continúen. Hay muchos niños y familias pendientes de estos profesionales de la investigación contra el cáncer.
Y ahí estáis vosotros, echando esa manica, mano grande de Amor por una buena causa, la mejor.
To pienso, imagino y veo la sonrisa de esos niños que os estarán dando las gracias porque les habéis enseñado la lección que solo se aprende cuando te cruzas con la gente buena.
“La grandeza de la vida es vivirla con Amor”
Muchísimas gracias y hasta siempre.
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