El Teatro fué el epicentro del terremoto de alegría que recorrió Torrevieja, tras el partido.
Ni pulpos adivinos, ni pájaros de mal agüero, pudieron anoche con una selección española, que hizo el mejor partido en lo que va de mundial, y tras el gol de Carles Puyol en el minuto 73, tras el lanzamiento de un corner, se creció y estuvo punto de marcar algún gol más.
Con el pitido final, España entera se echó a la calle a celebrarlo y nuestra ciudad no fué una excepción. El Teatro Municipal, se abarrotó hasta tal punto, que el “ambigú” del mismo se quedó pequeño para acoger a todos los aficionados que querían ver el partido unidos en la afición por los colores nacionales. Acabado el partido, miles de personas se dirigieron a la emblemática plaza donde tienen lugar las celebraciones deportivas en nuestro pueblo. La plaza de Waldo Calero y su fuente, fueron testigos anoche de una hemorragia desbordada de alegrìa incontenida, donde tambores, pitos, vuvucelas y cánticos, mostraban el orgullo de ser español. Las fuerzas del orden, garantizaron, siempre situadas en un segundo plano, la correcta celebración de la victoria, que sin duda alguna volverá a ser lugar de cita obligada el próximo domingo, cuando tras la victoia ante Holanda, de la que serán testigos las Eras de la Sal, la riada humana desborde de nuevo las calles de nuestro pueblo. ¡A por ellos, oé a por ellos oé a por ellos, oé,a por ellos e ,… oé.!
Última hora. el famoso pulpo adivino, pide la nacionalidad española, a ser posible en la comunidad gallega.
Fotos: Alfonso y Pedro
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