Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola Molina
Director de “Objetivo Torrevieja”

Acaba un año bisiesto, que ha sido de esos, que sucede como con los hijos, que cada cierto tiempo, nos sale un “garbanzo negro” de mucho cuidado. Hemos estado durante prácticamente los 366 días, sin gobierno, y oyendo nada más que hablar de crisis, de recortes, de desahucios, … Nos han subido la gasolina, la luz, el butano, los intereses, … se han recortado presupuestos en sanidad, en educación, en servicios sociales, en infraestructuras … se ha llegado a los parados bajan, pero de una trabajo efímero que no crea cotizaciones y se nos están cargando la “hucha de las pensiones”. Con estas expectativas y en vista de los augurios que hacen algunos políticos, solo nos quedas decir aquello de “Virgencica que me quede como estoy”, porque ya “peor imposible”. Pero no por ello debemos encarar el año con desesperanza y sin ilusión, porque nosotros unidos somos los que tenemos que arrimar el hombro para que esto salga adelante. La sociedad española y en particular el pueblo de Torrevieja, ha demostrado que nos crecemos ante la adversidad, y prueba de ello es que, dando ejemplo a los que más tienen, se han multiplicado las asociaciones y particulares que han tenido iniciativas tan generosas como son el recoger alimentos, con Alimentos Solidarios a la cabeza, dinero con líneas solidarias, recoger ropa o incluso juguetes para los niños más necesitados y en todos los casos podemos contar por éxitos esas iniciativas. Esta noche, es “Nochevieja” y a las doce de las noche nos tomaremos las doce uvas que llaman de la “suerte”, … y eso es lo que os deseamos desde aquí, mucha suerte, mucha salud y aunque parezca un tópico, mucho Amor. Sin estas dos últimas premisas poco podemos hacer. Sobre todo sin el amor, … el amor y el respeto hacia los demás que es básico en una sociedad actual, donde el egoísmo, la envidia y la indiferencia ante las desgracias ajenas se ha convertido en carta de presentación. Pero el ser humano, si algo tiene, es la capacidad de reinventarse a sí mismo, y una noche como esta es la más propicia para hacer nuevos propósitos. Desde aquí solo os pido uno en especial, ser compresivos e indulgentes con los demás, intentad en cada momento poneros en su lugar y disfrutad de la vida, de la luz que cada día amanece y valorar los que tenemos una casa donde cobijarnos, una mesa donde sentarnos, una familia que nos quiere y un amigo a quien abrazar. Ese es el mayor tesoro y el que tenemos que compartir con esa palabra tan corta y tan hermosa, amor. Y después todos a la calle, a las discotecas o a los lugares donde haya una fiesta, donde desmadrarse, ponerse el gorro, el collar de espumillón, el matasuegras y a repartir besos y abrazos como si se fuera a acabar el mundo, que quien sabe amigos, quien sabe. ¡Feliz 2017! … y sed felices, por favor.

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