Mientras los americanos, Eli y Jack, descubren, la “sana costumbre” de la siesta; el francés, Julien Blanchard se hace el “Camino de Santiago”
Fernando Guardiola
Hace unos días estando ojeando la prensa, que como siempre nuestro amigo Pepe Andreu, pone a disposición de su clientela en el Hotel Madrid, reparé en un chico que entraba y salía de la barra como uno más de la casa, lo cual llamó mi atención, puesto que conozco bien a la familia Andreu y no era nadie de su clan. Así que “ni tonto, ni perezoso”, lo abordé preguntándole que si pertenecía la familia, explicándome que formaba parte de un proyecto de Intercambio de Estudiantes del Rotary Club. Me comentó que había otros dos chicos más uno norteamericano, como él y otro francés. Le pedí una entrevista con sus compañeros a la que accedieron y ayer en el mismo lugar donde le conocí la realizamos. Me contaron que el Rotary Club, anualmente realiza un intercambio de estudiantes de diversas partes del mundo con chicos torrevejenses, que realizan un curso completo fuera de sus hogares. En este caso, están Eli Lonowski, del estado de Washington, de 17 años, que cursa 2º de Bachillerato en el Colegio “La Purísima”; Jack Eggleston, del estado de Colorado, de 17 años, que hace 1º de Bachillerato en el IES Mediterráneo y Julien Blanchard, de Normandía (Francia) de 18 años y que no acudió a la cita, por estar haciendo el Camino de Santiago. Por parte torrevejense, el Club Rotary, seleccionó este año a tres chicos que se encuentran distribuidos en EE.UU, así: en UTAH, Valentín Sandoval; en Colorado, Javi Tovar Andreu y en Oregón, Luis López. Los tres chicos permanecerán en Torrevieja diez meses. Me contaron como es tan diferente el sistema educativo Estadounidense al nuestro, ya que aquí es el profesor el que acude a las aulas y allí cada profesor tiene su aula temática por asignaturas y son los alumnos los que “rotan” de aula en aula, para recibir las clases. Consideran que el nivel de enseñanza en nuestro país es mucho más alto que allí, ya que hay mayor disciplina en el trato con los profesores y allí es mucho más próxima y a veces amistosa, lo que hace a veces relajarse en los estudios. Preguntados por cómo se desarrolla un día en su vida cotidiana, sus testimonios son idénticos. Ambos se levantan antes de las siete de la mañana, se asean, desayunan y se incorporan a sus Colegios e Institutos. Cuando salen realizan la comida familiar y algo que han descubierto y que destacan como un gran invento: “La siesta”, que realizan al menos durante dos horas. Después estudian o hacen deberes, van al gimnasio, pasean y de regreso leen o ven televisión con los familiares de intercambio. Su tiempo libre en los fines de semana, tiene el hándicap de que sus asistencia a lugares de ocio está limitado por su edad, al tener solo 17 años y no poder acceder a las discotecas y lugares nocturnos de moda, por lo que se tienen que conformar con asistir a las sesiones de tarde de alguna discoteca con sesiones para jóvenes; se dedican conocer la ciudad y pasear. Ven a Torrevieja como una ciudad muy diferente a las suyas de origen, muy luminosa, con jornadas muy largas, gente siempre en las calles y terrazas y con una gente muy simpática, sobre todos las chicas, y creen que pasa como en todas las grandes ciudades que el centro siempre está muy cuidado y el extrarradio un poco abandonado. Pero se sienten felices aquí y no descartarían volver, aunque alguno dice que solo lo haría tras jubilarse en su país … como ven nada nuevo. Nos despedimos de estos amables y educados chavales y les deseamos una feliz estancia, con ¡cuando quieras volvemos a quedar!.
Descubre más desde Objetivo Torrevieja
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Filed under: Actualidad |
Normandia* no normadia, cuidado
[…] https://objetivotorrevieja.es/2017/05/04/estudiantes-del-mundo-en-torrevieja […]