Un curso de la Universidad de Alicante en Torrevieja sobre planificación turística apuesta por la conservación y protección de Lo Ferrís.
No sólo del ladrillo vive Torrevieja, un municipio que quiere reinventarse. Urbanismo, turismo y medio ambiente son las tres patas clave para lograr este objetivo: su preservación ambiental y económica. Se trata de una de las principales conclusiones del Campus de planificación turística, un curso de cinco días que se ha celebrado en la Sede Universitaria de Torrevieja, en colaboración con la Universidad de Alicante.
De cara a la elaboración de un Plan Estratégico de Turismo, que ha puesto en marcha el Ayuntamiento, se habló de la masificación y sus contradicciones. Es necesario reorientar el modelo, para que sea más cualificado y sostenible: será sustentable o no será, por una cuestión puramente de supervivencia.
Una de las jornadas, que se centró en visitar el Parque Natural de las lagunas de Torrevieja y La Mata, el Parque Molino del Agua, las calas de Cabo Cervera y el palmeral de Lo Ferrís, abogó por la conservación de espacios verdes, por su vínculo identitario y su interés paisajístico y económico.
En la visita a Lo Ferrís, que se calificó como “la joya de la Corona”, se habló del “muro de la vergüenza” y del deslinde de la cañada real de la costa, así como de su protección por el plan autonómico que rescata los espacios verdes del litoral (Pativel).
Sobre el terreno, en Ferrís, expertos dijeron que “proteger estas ventanas al mar es un hecho ineludible e incuestionable”, e incluso propusieron que se convierta en otro paraje natural municipal como el del molino.
Conviene recordar que el objetivo de “Salvemos Lo Ferrís” siempre ha sido un uso protegido y público del palmeral. La plataforma, que se define como un movimiento vecinal, con claras pretensiones medioambientalistas, vela por la diversidad de este territorio de referencia, tanto natural como paisajística y cultural.
Tal y como viene diciendo “Salvemos Lo Ferrís”, la jornada constató que hay un cambio de paradigma en la forma de entender la naturaleza: antes estos parajes se consideraban espacios improductivos, zonas a desecar, arena muerta. No había sensibilidad ambiental. Sin embargo, ahora el arenal costero hay que conservarlo como una joya.
Lo Ferrís no puede ser un paraje abandonado, un gueto verde aislado, sino una zona de interacción con la ciudad y sus ciudadanos. Estos espacios naturales tienen un valor en sí mismos, proporcionando equilibrio emocional, felicidad, calidad ambiental y un modelo de vida más saludable.
En opinión de “Salvemos Lo Ferrís”, el urbanismo del municipio necesita un nuevo enfoque, con un Plan General de Ordenación Urbana desfasado, que data de 1986. Reactivar la burbuja inmobiliaria en un modelo de turismo residencial maduro y sobreexplotado como el torrevejense no es una opción de progreso ni riqueza.
El paisaje imprime la historia sobre un territorio, proporcionándole un carácter singular. Además de ser patrimonio, es un recurso para una estrategia diferenciada, competitiva y sustentable. Por eso, la plataforma siempre ha defendido que Lo Ferrís tiene un gran valor cultural, tradicional e histórico para Torrevieja.
Es un factor de calidad. Ni el ladrillo ni el turismo mal gestionados deben devorar el paisaje. Ferrís, uno de los pocos espacios naturales que quedan en esta costa, es un activo porque es singular, propio, atractivo y autóctono.
La competitividad y el futuro del municipio dependen de lograr un equilibrio entre la conservación del paisaje, la racionalización de las nuevas actuaciones urbano-turísticas y la provisión de infraestructuras y servicios.
Es un asunto de cohesión social y territorial que debe dejar de lado los intereses dispersos, el tirar cada uno para lo suyo, porque está en juego una idea global de ciudad y un beneficio común.
Descubre más desde Objetivo Torrevieja
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Filed under: Actualidad |
Deja un comentario