María Rozados
El pregón de la Semana Santa es el más difícil que un cristiano pueda dar, ya que tiene que poner voz y palabras a la semana en la que nuestro Señor, como bien dijo ayer nuestro pregonero de la Semana de Pasión de Torrelamata, Fernando Guardiola Molina, pasó una vida entera, desde su entrada aquel Domingo de Ramos a lomos de una burra, hasta su Resurrección en Domingo de Pascua, tras haber pasado unos largos días de agonía e incomprensión.
A través del verso, de la forma del trovo murciano que lleva dentro de su corazón, nuestro querido Fernando dio uno de los pregones más emotivos y pasionales que se puede encomendar a un hombre de fe, como es él. Así fue el pregón de la Semana Santa de Torrelamata en este sábado previo al Quinto Domingo de Cuaresma.
Fernando Guardiola comenzó su pregón hablando de sus orígenes como cofrade, en su querida Archena. En la cofradía San Juan Evangelista, por tradición familiar, comenzó como cofrade hasta convertirse en su presidente años después. Su pasión por la Semana Santa es tal, que siendo presidente consiguió que el paso dejase de llamarse “el de los gandules” para ser conocido como “el de los jóvenes”.
Tras el bonito repaso de su vida como cristiano y cofrade, comenzó a hablar del protagonista de cada Semana Santa, Jesús de Nazaret. En el verso del trovo murciano, eligió un trascendental pasaje de la Biblia, en el que hizo un repaso desde que Jesús es recibido con palmas y ramas de olivo, pasando por su última cena, rodeado de sus adorados amigos y discípulos, hasta la agonía que sufrió desde que es apresado por los romanos, hasta su muerte y Resurrección.
El momento de más emoción y sentimiento del pregón, fue cuando relató esa noche de Jesús en el Huerto de los Olivos, después de que sus amigos cansados (quién sabe si fue por el vino de la cena) se quedaran dormidos, mientras él rezaba.
Más que rezar, el pregonero transmitió esa incomprensión de un hijo ante la decisión de su padre, una decisión que no comprende ni quiere aceptar. Fernando fue la voz de Jesús pidiendo a su padre que no le hiciera pasar por el calvario que estaba a punto de vivir, que le dejará transmitir su palabra sin pasar por todo aquello. Fue un mensaje desgarrador y, a su vez, lleno de pasión. Pasión por un hijo que lo dio todo por enseñarnos a todos una lección de amor hacia el prójimo, compresión por aquellos que no quieren entender, y perdón por aquellos que pusieron por delante el dinero a la amistad.
El mensaje que Fernando nos hizo llegar es que vivamos esta Semana Santa a través de los valores que Jesús nos demostró. Que la vivamos con amor y perdón, acompañando a nuestro hermano en todas sus estaciones de penitencia.
Sin lugar a dudas, La Mata escogió a un gran pregonero que supo hacer llegar su pasión por la Semana Santa. Fernando Guardiola fue ayer la voz de todos aquellos que vivimos la Semana Santa intensamente, comprendiendo que significó para Jesús aquella semana, en la que pasó, en solo siete días, toda una vida entera. No quiero olvidar la hermosa participación del Coro “Nuevo Amanecer de Torrelamata” que dirige Olga Valsilvskaya, que abrió el acto con las notas de “Cerca de ti Señor” y lo cerró con el “El Señor es mi fuerza”.
Mi más humilde y sincera enhorabuena a este excelente pregonero que llenó la iglesia de la Virgen del Rosario de La Mata.
En el acto estuvieron presentes el párroco, José Luis Arnal, quien felicitó al pregonero y resaltó sus cualidades humanas; el vicepresidente de la Diputación Provincial de Alicante, Eduardo Dolón; las concejalas del Partido Popular, Inmaculada Montesinos, Sandra Sánchez e Hita Riera, así como los miembros de la Cofradía de la Virgen del Rosario, organizadora del acto, con su presidente, José Eduardo Gil Rebollo, también concejal del Ayuntamiento de Torrevieja. Yo misma también disfruté de este punto de partida de la Semana Santa matera junto a mi compañera, Rosi Ros, como Damas de la Sal.
¡Feliz Semana Santa a todos!
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