Gran calidad de los participantes en el VII Festival Internacional de las Jóvenes Orquestas.
Antoni Jakubowski
Crítico musical
Para todos los jóvenes músicos de los tres continentes, el concierto de la clausura del VII Festival ha sido la oportunidad de poder expresarse al mismo tiempo a través del fantástico idioma universal – la música. Jóvenes artistas de América, Asia y Europa reunidos en un gran organismo orquestal, bajo la dirección del organizador y director del Festival – Francisco Maestre, han mostrado un enorme abanico de las cualidades artísticas, al tener la responsabilidad de interpretar un programa de unos verdaderos “hits” de la música clásica. El fragmento más famoso del ballet “La vida breve” de E.de Falla, dio comienzo el concierto festivo. “La Danza del Fuego” esta vez avanzó de una pieza de propina a una de breve obertura. La ejecución fue muy vigorosa y virtuosa.
Una verdadera sorpresa del VII Festival ha sido la actuación de Paye Srinarong en doble papel. Hace unos días impresionó como el director de la Sinfónica Nacional de los Jóvenes Tailandeses, sin embargo, anoche apareció cómo violinista – solista, interpretando una de las obras más conocidas y populares del repertorio violinístico – el Concerto para Violín No 1 de Max Bruch. La obra exige claramente virtuosismo del solista y la capacidad de expresar la profundidad de la angustia emocional. El tono dulce y pulido del violín de P. Srinarong proyectaba una belleza de los matices trágicos, lo que fue notable en el segundo movimiento, que tiene un tinte muy romántico. El solista tocó con un sentimiento natural, que expresaba su vulnerabilidad muy humana. El Finale Allegro energico fue un poco más “moderado” que “enérgico”, pero bien ajustado a la muy acertada actuación. La sensación gitana ha sido interpretada con entusiasmo, navegando las frases entretejidas con buena técnica, que habían conducido a un clímax feliz. Aunque relación con el dirigente ha sido excelente, el solista tuvo que esforzarse para mantener un equilibrio dinámico con la orquesta. A veces se vio un poco abrumado, por el exagerado volumen de los vientos acompa?antes. El carismático y simpatiquísimo Paye Srinarong, cómo regalo interpretó la primera parte de la sonata de E.Ysaye “Obsesión”. !!! Excelente ejecución !!!
“Scheherazade” combina dos características particulares de N. Rimski-Korsakov ; una deslumbrante y colorida instrumentación y un interés por el Oriente, muy destacado en la época de Rusia Imperial. Debo admitir, que a primera vista me preocupaba el hecho de interpretar la obra con tan numerosa orquesta. Simplemente tenía dudas, como una orquesta de tal tama?o podrá lograr explorar al fondo toda la riqueza de colores y nuances sonoros de la obra, para que el oyente pueda realmente disfrutar de las intenciones del compositor. A pesar de mis dudas, el director Francisco Maestre supo dominar temperamentos de los jóvenes al ofrecer con maestría toda la intimidad en las partes de solistas y diferentes secciones de la orquesta. Maestre no solo fue sensible a los matices orquestales: también mantuvo la forma, que se expandió apropiadamente a medida que la música creció de un movimiento a otro. En este fascinante cuento impresionaron los solistas; violín con su tono tierno, cálido y airoso, arpa, flauta, oboe, clarinete, fagot, corno y cello. También los metales de la orquesta deleitaron con un sonido majestuoso, de buena claridad y equilibrio en su sonoridad conjunta. El público emocionado, aplaudiendo de pie, obligó a los jóvenes de brindar dos piezas populares cómo propina.
En conclusión: fue un concierto verdaderamente excepcional y memorable. Jóvenes artistas internacionales, participantes del festival, unidos en un gran organismo orquestal bajo la batuta de Francisco Maestre han mostrado la cima del arte musical.
¡¡¡ENHORABUENA!!!
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Filed under: Actualidad, Asociaciones, Cultura | Tagged: Clausura, Conciertos, FIJO, torrevieja |
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