Un emocionado aplauso tras oir en off recitar a Raúl Ferrández un poema, por el numeroso público que ocupaba el Teatro Municipal, se clausuró la Capilla Ardiente del actor y dramaturgo torrevejense, por la que durante todo el día pasaron cientos de personas. Tras ser portado a hombros en todo el recorrido que trascurrió desde el Teatro Municipal hasta el Templo del Sagrado Corazón, por la calle Ramón Gallud, principal arteria de la ciudad, el féretro fue recibido a las puertas del mismo, por el Arcipreste de Torrevieja y Párroco de la Iglesia de Nuestra Sra. del Rosario de La Mara, José Luis Arnal. La Misa de Corpore Insepulto fue concelebrada por el Arcipreste y el Párroco del Sagrado Corazón Gines Ortiz. En la homilía José Luis Arnau, amigo personal del finado, tuvo palabras de elogio para “su amigo” en la fe como el mismo le definió, al tiempo que resaltó sus valores humanos y agradeció al consistorio torrevejense en la persona de su Alcalde, presente en el acto, que se hubiera podido instalar la capilla ardiente en el Teatro, lugar natural de Raúl, creador y director de la Escuela de Teatro Municipal que tan fructíferos resultados ha dado. El templo abarrotado de amigos y de casi la totalidad de los alumnos que a lo largo de estos años pasaron por la escuela de Teatro, y arropados por autoridades y representantes de entidades sociales y culturales de Torrevieja, presentaba un aspecto imponente. Tras el funeral, su cuerpo fue trasladado a la vecina localidad de San Pedro del Pinatar, donde fue incinerado. Acaba así la última escena de una vida llena y curtida por el Teatro, una escena que sin duda dejará para siempre la estela de su recuerdo y su carisma. D.E.P.
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