Álbum, pinchando sobre la foto
Crónica de Antonio Sala Buades / Fotos: Joaquín Carrión
LA IMAGEN: Tur es retirado tras un choque fortuito
El Nelson Mandela fue escenario de un nuevo episodio de despropósitos y desgracias para un Torrevieja que sigue en picado hacia los puestos de descenso, de los que tras esta jornada sólo lo separa un punto. Aunque el Gandía fue un rival que se mostró conservador, los salineros no fueron capaces de crear ocasiones en la primera mitad, salvo un cabezazo forzado de Gasch, a centro de Vicente Boix, que salió alto. Poco a poco los visitantes se animaron a ir hacia delante y a aprovecharse del estado de nervios del rival. Tur hubo de desviar un ajustado lanzamiento de golpe franco de Marcos que se colaba por la escuadra izquierda.
Al comienzo de la segunda mitad, la afición torrevejense albergó algunas esperanzas de mejoría de los suyos, que sin embargo volverían a diluirse en su habitual marasmo. Mediado este periodo se vivieron momentos de auténtica angustia, con la patada que Óscar (que sería expulsado) le dio en la cabeza al guardameta cuando salía a cortar un avance. Con la mente puesta en el estado de salud de su compañero, evacuado a un hospital, los torrevejenses se lanzaron al ataque con la intención de dedicarle una victoria que tanto necesitaban. Un disparo de Dani Meseguer al larguero y un testarazo de Jorge en el primer palo que salió desviado por el otro constituyeron las dos ocasiones más claras. Pero en una jugada sin peligro aparente, un enorme fallo de Manolo propició el gol de Carrillo. EL Torrevieja confirmaba el principio de que todo lo que puede salir mal, sale peor. Hasta el final, los blanquiazules lucharon contra su destino y se estrellaron contra él y la zaga del Gandía, otro equipo que casi sin esperarlo se llevó los tres puntos de nuestro campo.
Las desgracias tendrán que acabar algún día, pero las perspectivas son desoladoras: este domingo, visita a Utiel sin los sancionados Cuco Ros y Villanueva, además de los lesionados Juanfran y Koeman (éste, perdido para toda la temporada); luego, jornada de descanso en la que los rivales directos podrán puntuar; y después, visita al campo del Alcira, otro cuadro pujante. Sin duda, nos espera una auténtica semana de pasión. Al margen de los avatares deportivos, mandamos desde aquí nuestro deseo a Javier Tur de que se recupere cuanto antes, así como mucho ánimo y fuerza para su familia y amigos; ante la trascendencia de lo realmente importante, que son las personas, todo lo demás queda en un segundo plano.
Torrevieja: Tur (Manolo 65’), Vicente Boix, Jorge, Rafa, Dani Meseguer (Sergio Manjón 76’), Burguillos, Cuco Ros, Manu Amores, Luis Carlos (Patri 74’), Villanueva y Gasch.
Gandía: Iván Vidal, Francesc, Paláu, Édgar, Pomar, José Jaime, Gonzalo (Ismael 49’), Carrillo, Óscar, Isidro (Raimon 79’) y Marcos (Micó 68’).
Árbitro: Chaves Gallego, de Benidorm, auxiliado por Sánchez Cutillas y Romero López. Por el Torrevieja, mostró una tarjeta a Luis Carlos, Rafa, Burguillos, Dani Meseguer y Cuco Ros, y dos a Villanueva (expulsado 72’), y expulsó asimismo a Ginés Martínez (preparador físico); por el Gandía, amonestó a Carrillo, Pomar, Isidro, Marcos y Paláu, y expulsó (roja directa 65’) a Óscar, en la jugada de la grave lesión de Tur.
Incidencias: Iván Vidal recibió saludos de los conocidos de su etapa en Torrevieja. El equipo local tuvo el viento a favor en la primera parte. A los veintiún minutos de la segunda mitad, cuando salía a los pies de Óscar para recoger el balón, Tur recibió en la cabeza un fuerte golpe del delantero gandiense; Jorge, en una primera intervención y entre ostensibles signos de alarma de sus compañeros, consiguió despegarle la lengua evitando consecuencias mucho más graves hasta la llegada del médico, Manuel Antonio Ballester, con el resto de asistencias, que preparó al guardameta para que fuera evacuado en ambulancia casi un cuarto de hora después. Todo este tiempo hubo de ser añadido al final, de ahí el motivo de que este periodo durara más de una hora.
El gol: 0-1, 79’: Carrillo recoge en medio campo, avanza y dispara desde más de treinta y cinco metros, el balón bota delante de Manolo, que de pie se preparaba para recogerlo, pero se le escapa y se le cuela por encima del hombro.
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