Crónica de Antono Sala Buades
Hay algo añadido al doloroso trance de encajar una derrota de estas características, y es el hecho de que habrá que afrontar otra semana muy larga —ésta, además, con competición en miércoles y con dos rivales en perspectiva de gran entidad— para seguir esperando el ansiado momento de sacudirnos la racha negativa que nos asuela. Esta plantilla, que está recomponiéndose sobre la marcha, ha recibido hasta la fecha una serie de golpes morales consecutivos como para desmoronar a cualquiera. Sin embargo, el equipo continúa peleando con denuedo en cada jornada, desplegando un fútbol fluido en algunas fases, con clara intención ofensiva y con numerosas aproximaciones al área contraria. Como alguna explicación —despachos aparte— tendrán los escuálidos números en que ahora mismo nos encontramos, la primera que se nos ocurre, a la vista de lo viene ocurriendo, es que el balance en las porterías es netamente desfavorable para los nuestros. Otra vez un saque de esquina —el primero de los cinco que botarían los universitarios— constituyó el talón de Aquiles del Torrevieja, que por su parte no supo sacar provecho de ninguno de los quince que, con no poco mérito, fue capaz de generar.
Si al fin y al cabo el córner suele convertirse en un centro a balón parado, a la estadística anterior podríamos añadir, sobre todo en la segunda parte, los producidos en golpes francos laterales y en jugadas por las bandas que terminaron de igual manera. Por mucho que insistían los de Quico López, siempre se las arreglaba la defensa contraria para impedir los remates. Y esto, después de que el infortunio de un rebote hiciera que la ansiedad aumentara al encajar el que sería único gol de la tarde (20’). Justo será reconocer que la zaga local pasaba apuros por exceso de premiosidad —todo influye— al tratar de salir con la pelota en los pies: una pérdida en zona comprometida (17’), que además no era la primera, había costado un pase perpendicular de Benja a Francés, y sólo la providencial intervención de Juampe evitó que los visitantes se adelantaran ya en ese lance. La respuesta había llegado al minuto siguiente, en una de las muchas combinaciones de la delantera local que acabó con pase de Máñez a Juanmi, cuyo disparo raso fue rechazado con el pie por Carbo.
La ansiedad genera desequilibrio, y éste, en consecuencia, más ansiedad. Con el marcador en contra, todo era mucho más difícil. A los 28 se pidió penalti por un desplazamiento de Magraner a Máñez. Pero la frescura se estaba perdiendo, síntoma sin duda de que la mente daba vueltas a la situación a la que nos veíamos abocados. Tratando de hacer borrón y cuenta nueva, los salineros comenzaron la segunda mitad con el objetivo de empatar cuanto antes. El público aplaudía jugadas estimables en su producción, aunque —queda dicho— no terminaban con remate a puerta. Los alicantinos achicaban balones y acumulaban saques de esquina en contra. A los 8 minutos, Micro creó peligro en dos consecutivos, uno directo desviado por Carbo y otro cabeceado por Felipe. La contrapartida radicaba en que los torrevejenses estaban quemando las naves demasiado pronto, y los riesgos estuvieron a punto de acarrearles consecuencias que habrían sido definitivas.
Ese balance deficitario al que nos referíamos quedó en evidencia con tres oportunidades clarísimas de los de Míchel Pérez. A los 10, Magraner penetró por la izquierda y cedió al primer palo para la entrada franca de Benja, y de nuevo Juampe salvó a los suyos desviando el remate. A los 12, Kilian metió en perpendicular para Jorge, que perseguido por Víctor se plantó solo en el área, y de nuevo Juampe, ya caído en el suelo, estiró el pie para evitar el segundo tanto. Aún habría otra, a los 18, en un robo de Johnny y cesión en paralelo para Borja, que desmarcado en el segundo palo remató fuera. A esas alturas, renacía la esperanza para los nuestros por no haber sabido apuntillar el signo el rival. Y una de las máximas del fútbol, la que afirma que el que falla ocasiones termina pagándolo, estuvo a punto de volver a cumplirse; pero, lamentablemente, no atravesamos la coyuntura propicia: en la segunda intentona tras un golpe franco de Andrey por el lado contrario, Juanmi recogió la pelota en la derecha y la centró hacia la cabeza de Guido, que a su vez la llevó a la parte superior del travesaño (19’).
Como era de esperar, el Universidad contemporizaba, a veces con descaro, en la parsimonia con que efectuaba las sustituciones y dejándose caer algunos jugadores para frenar el ritmo. Consciente de que no había amarrado las ocasiones que se le habían presentado, ahora tenía que cerrarse en defensa para mantener su marco incólume, incluso abusando en las faltas a Omar o a Micro, entre otros, en el principio de elaboración de los locales. El Torrevieja lo intentaría por todos los lados y de todas las maneras, pero ya sabemos que en los centros, tanto a favor como en contra, estamos padeciendo nuestro calvario: en las escasas ocasiones en que una cabeza (Omar o Revi) tocaba la pelota, lo hacía en postura forzada como para dirigirla hacia los tres palos. Para colmo, en la última intentona, Omar cayó con tan mala suerte que se lastimó los dedos. Es la imagen de un equipo que no merece tamaño castigo.
FICHA TÉCNICA
Categoría: Preferente Valenciana. Grupo: cuarto. Temporada: 2018-2019. Jornada: 13.
Estadio: municipal Nelson Mandela (césped artificial). Fecha: domingo 25 de noviembre de 2018. Hora de comienzo: 17.03.
Club Deportivo Torrevieja (camiseta blanca, calzón azul, medias blancas): Juampe ©, Felipe, Iñaki, Víctor, Matías (Revi 60’), Guido, Máñez (Andrey 56’), Naná, Omar, Juanmi (Agustín 68’) y Micro. No jugaron: Aitor (portero) y Lewis. Entrenador: Joaquín López Martínez.
Club Deportivo Universidad de Alicante (camiseta azul marino, calzón naranja, medias azul marino): Carbo ©, Álvaro, Luis, Fredi, Borja (Ortega 63’), Francés (Puerto 71’), Kilian, Magraner, Marcos (Johnny 54’), Jorge (Guille 65’) y Benja. No jugó: Álvaro Griñán (portero). Entrenador: Miguel Ángel Pérez Soler.
Árbitro: Muñoz Mendiola (Manuel José), de Elche, auxiliado por Parra Rodríguez (Adrián) y Seró (Marcelo Daniel). Amonestó a los locales Matías (5’), Víctor (50’), Omar (54’), Micro (82’) e Iñaki (90’), y a los visitantes Marcos (23’), Francés (31’), Magraner (51’) y Álvaro (68’).
Incidencias: Debutó con el Torrevieja en partido oficial el central Víctor Eudomar de la Matta Bolívar. Se encendieron los focos del estadio a los 17 minutos de la segunda parte. En el último ataque local del partido, Omar cayó al suelo en el área y resultó lesionado en los dedos de la mano izquierda.
El gol: 0-1, 20’: Iñaki ve cómo el balón, impulsado en raso por Fredi desde más allá del segundo palo tras un saque de esquina botado por Borja, le rebota en el pie y se introduce en su propia portería.
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Filed under: Actualidad, Deportes |
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