Antonio Sala Aniorte
Precisamente hace dos semanas, cuando subrayábamos el dato indiscutible y satisfactorio del segundo puesto alcanzado en la clasificación, avisábamos para prevenir euforias improcedentes. En el seno del club, nadie dio entonces nada por ganado, como ahora tampoco nadie ha renunciado a nada, pero conviene de vez en cuando llamar la atención sobre las peculiaridades de esta liga. Porque precisamente hace dos semanas advertíamos de que la percepción de las cosas podría ser alterada por dos victorias o dos derrotas consecutivas. Nos han tocado las segundas, y además de la nula cuenta de puntos nos preocupa —nos vuelve a preocupar— la manera en que se han producido. El reciente doble disgustaso, sufrido en un momento inoportuno aunque no podamos considerarlo inesperado —pues ninguno lo es en este campeonato—, nos ha sumido en un estado anímico difícil de describir, entre la desilusión por el rumbo perdido y la esperanza de que esta nueva mala racha pase pronto. Tendremos que estar asimismo preparados para los siguientes bandazos —habrá que darlos ya por hechos—, para contener las cuentas de la lechera cuando vengan favorables y, como en el actual, mirar otra vez hacia delante sin llorar por la cosecha perdida.
Afirmaremos sin disimulos que el de Orriols ha sido el peor partido del Torrevieja en lo que llevamos de campeonato. El concluyente resultado fue producto, en primer lugar y para repartir los méritos como corresponde, del excelente trabajo de todo el conjunto local, superior en todas las líneas, más rápido y mejor adaptado al terreno. En una reproducción de las pájaras que suelen sacudirlo en este tipo de campos, el equipo salinero parecía estar en otro lugar, quizá todavía rumiando el fiasco contra el Ribarroja, vaya usted a saber. La premiosidad defensiva hacía temer por inmediatos peligros, y éstos se tradujeron en la jugada del primer penalti. Quedaba mucho tiempo para que la balanza se inclinara hacia nuestro lado, pero seis días son muy pocos para olvidar lo que nos ocurrió, y en feudo propio, en análoga coyuntura. El abandono obligado de la referencia ofensiva de Rafa Gómez complicó la misión, y ésta empezaba a tornarse casi imposible —conocemos a nuestros clásicos— con el regalo del segundo gol, en un saque de meta en corto y en un posterior pase más en corto aún que no venían a cuento.
Como su homólogo del anterior rival del Torrevieja, Paredes tenía una tarde muy tranquila. No necesitaba detener disparos ni blocar centros. Todos los conatos morían en apenas tres cuartos de campo, mientras los de Rescalvo sembraban inquietud de varias formas a base de fuerza, colocación y velocidad. Alexis salvó el tercer tanto después de que Juanca superara de vaselina la media salida de Óscar, de modo que el 2-0 todavía era un mal menor. Ahí radicaban nuestras opciones, en que tras el descanso nos metiera en la pelea una acción afortunada. Galiana agotó los cambios en el intermedio dando entrada a Piñera y Cristian Sánchez, y reestructuró la retaguardia con el regreso de Jorge al centro y la variante de Rubén en el lateral derecho y Vicente Boix en el izquierdo. Se contaba además con el factor del viento, que ahora soplaría de espaldas, lo cual permitiría ahorrar toques y desgastar con más facilidad a la zaga adversaria. Claro, que ésas eran las perspectivas, porque la realidad con la que nos dimos de bruces fue el segundo penalti —tras otra falta de expedición en el área propia— y, con él, el tercer gol encajado, todos ellos de las botas de Déivid, que no era el único que se estaba luciendo en las filas azulgranas.
En semejante tesitura, el mayor castigo para los torrevejenses era tener que disputar más de cuarenta minutos. Fueron transcurriendo entre la impotencia y la resignación, o como confirmación de los barruntos iniciales. Las combinaciones en corto eran abortadas por los espabilados mediocampistas valencianos, y los envíos largos no pasaban de los atentos centrales. Paradójicamente, y dados los precedentes, parecía pesar más el temor al aumento de la goleada que las intenciones de acortar distancias y a ver si ocurría algo luego. Se ratificaba así la impresión de que el Torrevieja tiene que llevar los partidos encarrilados, pues en caso contrario termina embotándose y atascándose. En una acción individual, Vicente Boix por fin nos hizo constatar que el Torre Levante también jugaba con un portero. Sólo dos minutos después, Juanca completó el marcador para los suyos, con un espléndido toque de pelota. La ocasión más clara de los visitantes, a dos minutos del final, la abortó Paredes deteniendo el disparo de Piñera; por nuestra parte, nos queda el consuelo de que mejor se afine la puntería en un futuro próximo, cuando haya alguna trascendencia. Porque ya no tenía remedio de ninguna clase este cuarto sábado de frustración.
FICHA TÉCNICA
Categoría: Tercera División. Grupo: sexto (Valencia). Temporada: 2014-2015. Jornada: 26.
Estadio: municipal Orriols. Fecha: sábado 31 de enero de 2015. Hora de comienzo: 16.02.
Club de Fútbol Torre Levante Orriols: Paredes, Juanca, Pablo, Enrique, Káiser, Adrián (Heredia 77’), Richi, Déivid (Antolí 81’), Marcos (More 61’), Juanra y Corell. No jugaron: Nico y Chus. Entrenador: Ismael Rescalvo Sánchez.
Club Deportivo Torrevieja: Óscar, Vicente Boix, Berna (Cristian Sánchez 45’), Alexis, Rubén, Jorge, Borja, César, Ferrán (Piñera 45’), Rafa Gómez (Corella 18’) y Adrián Banderas. No jugaron: Burguillos y Brani. Entrenador: José Emilio Riquelme Galiana.
Árbitro: Barceló Gómez, de Elche, auxiliado por Gálvez Ródenas y Carrillo García. Amonestó a los visitantes Berna, Rubén y Jorge.
Incidencias: El Torre Levante tuvo el viento a favor en la primera parte. A los seis minutos, el juez de línea Gálvez Ródenas llamó la atención del árbitro para que fueran retiradas algunas naranjas que habían lanzado desde el exterior del estadio hacia la portería que en ese periodo defendía Paredes. Rafa Gómez y Berna hubieron de retirarse lesionados. A falta de tres minutos para el final, el árbitro pidió la atención del ayudante sanitario local a causa de un tirón, que no le impidió terminar el partido. El Torrevieja, que sale de los puestos de promoción, repite su peor resultado de la temporada, con el mismo marcador que el de Cullera (jornada 14), y vuelve a ser derrotado en un desplazamiento en sábado.
Goles: 1-0, 12’: Déivid transforma un penalti señalado por derribo de Berna a Adrián en el área. 2-0, 23’: Déivid empuja en boca de gol un pase de Marcos, tras cortar éste en el área un mal pase de Óscar. 3-0, 48’: Déivid transforma un penalti señalado por derribo de Jorge a Marcos en el área. 4-0, 79’: Juanra conecta de primera un disparo que se cuela por la escuadra al recibir un pase paralelo en golpe franco de Déivid.
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