Objetivo Torrevieja

Foto Archivo – (J. Carrión)

Crónica de Antonio Sala Buades

Qué diferencia de perspectiva ofrece el análisis de un partido con unos guarismos tan favorables y tan concluyentes. Porque el Torrevieja, si nos atenemos al planteamiento y al desarrollo, no jugó éste muchísimo mejor que los anteriores, de infausto recuerdo, hasta el extremo de hacer variar el signo por merecimientos propios. Todo radicó en aquello por lo que tanto habíamos suspirado y que, albricias, jolgorios y zapatetas, por fin —ya iba siendo semana—, salió a pedir de boca: la bolita nos distinguió en su capricho queriendo alojarse en la portería contraria. Sabido es que en nuestra opinión no se hizo acreedor en absoluto el conjunto de salinero a menos premio contra el Paterna, ni en el campo del Buñol, ni en el del Torre Levante, ni en el del Elche Ilicitano. Pero esta vez sí, la primera media hora de habitual buen fútbol se saldó con un limpio marcador de 0-2 —es decir, con dos ocasiones transformadas—, con lo que esto suponía para el resto del encuentro, además de para liberar tensiones acumuladas. Una parte del éxito de la batalla de Sedaví se debe a la suelta del lastre psicológico que nos acarreaba la pertinacia de malos resultados y que empezó a disminuir con los goles de Lewis —éste, de excepcional factura— y de Javi Selvas.
Hasta llegar a ese momento clave, los amarillos se presentaron con las intenciones de siempre, aunque a nadie escapaba que con la presión agravada por el escaso número de puntos y ante la incertidumbre y el temor de una jornada más en blanco. Dispuso Pedreño a Matej en el lateral derecho y Luis Carlos en el izquierdo, dos hombres en puestos no habituales que tendrían que bregar lo suyo con Tobías y Carrascosa, principales productores del peligro local. Martín y Burguillos conformaban la pareja de pivotes, con Rubén Suárez por delante. No cabe duda de que el sensacional disparo de Lewis —nunca nos cansaremos de ponderarlo— contribuyó a que los planes discurrieran por los cauces previstos. Se necesitaba como el aire que respiramos tomar la delantera en el marcador. Aún quedaba mucho tiempo —de hecho, quedaba casi todo el tiempo—, pero la grata coyuntura invitaba a un optimismo moderado. Ahora sería el rival el obligado a calentarse la cabeza para remontar. Ahora éramos nosotros los que bogábamos a favor de corriente. Que ésta no cambiara inopinadamente de sentido constituyó la primordial misión desde entonces.
Una segunda jugada después de la que comenzó Rubén Suárez a balón parado se convirtió, tras el centro de Burguillos y el testarazo de Javi Selvas, en el segundo tanto. Si nos hubiera entrado también en otras tardes…, fue el pensamiento inmediato durante la celebración. Como agua pasada no mueve molino, había que redoblar esfuerzos para que no se torciera el rumbo. Sólo un fallo absurdo nos habría complicado la pintiparada situación. Como siguiente objetivo, se cerraron filas para mantener la portería a cero hasta el descanso. Hubo que pasar el susto del testarazo de Carrascosa que salió cerca del larguero —la bolita de marras y su capricho renovado—, así como en la serie de tres saques de esquina consecutivos con los que acabaría la primera parte. Se consiguió que los valencianos no acortaran distancias y superábamos así otra preocupante crisis, la que nos atenazaba en los minutos previos al descanso, y que en los dos últimos compromisos nos había acarreado sendos goles encajados en tan crítica fase. Esa manera alternativa de construir victorias, más antipática pero igualmente eficaz, la que completa atrás la faena después de la catártica inspiración en el remate, también estaba siendo ejecutada a plena satisfacción.
La consigna en la reanudación era no desmayar. Y qué mejor que aumentando la renta, como hizo Higón, de potente tiro cruzado, tras otro prodigioso toque de Lewis. Sin dar nada por hecho, muy mal tenían que rodar las cosas a partir de ahí para que se nos fuera un triunfo tan deseado. El Recambios Colón insinuó entonces un amago de rendición, que trató de remediar su entrenador con un doble cambio. Sin bajar la concentración, el Torrevieja dispuso de la más clara oportunidad para anotar la cuarta diana, cuando Higón, recogiendo un rechazo en medio campo, se dio un autopase de cabeza y se plantó solo ante Tamarit; éste rechazó con el pie y la pelota le cayó a Lewis, que a puerta vacía remató alto. Fue éste el único recuerdo de la historia reciente de marras, cuyo capítulo aún no se había cerrado. Porque el Torrevieja habría de apretar de firme para no sufrir más apuros de los necesarios. Los azules se lanzaron a la desesperada, con la frescura y la energía que le proporcionaban sus hombres de refresco. Cosas más gordas se habían visto, así que terminantemente prohibido relajarse hasta que no se agotara el nonagésimo minuto.
Aumentaron las acometidas por las bandas, y en una de ellas el árbitro, a indicación de su juez de línea, consideró penalti la entrada de Quintero a Adolfo. Y de nuevo la bolita se congració con nosotros: Carrascosa lanzó al palo y después Miguel Serna se lució con el paradón de la tarde al remate de Sergio Cuesta. Pero éste, al minuto siguiente, tras una vertiginosa combinación, sí atinó con la portería. El Torrevieja sería puesto a prueba durante casi un cuarto de hora. Algún momento comprometido pasamos, pero Adolfo no precisó el toque a centro raso de Sergio Cuesta; y después agotó el susodicho el cupo con un disparo escorado a la derecha bien tapado por nuestro guardameta. Llegó el final y pudimos celebrarlo: victoria fuera de casa, tras habernos sacado varias espinas. Alguna vez tenía que rendir el trabajo realizado. Ahora cabe pedir continuidad. Porque hasta que no concatenemos más de un triunfo, no podremos dar la angustia por curada. Hemos de mostrado de lo que somos capaces, ahora hay que hacerlo muchas más veces.

FICHA TÉCNICA

Categoría: Tercera División. Grupo: sexto (Valencia). Temporada: 2015-2016. Jornada: 16.
Estadio: Polideportivo Municipal de Sedaví. Fecha: sábado 28 de noviembre de 2015. Hora de comienzo: 17.01.

Club de Fútbol Recambios Colón Valencia: Tamarit, Castander ©, Penadés (Sergio Cuesta 60’), Castells, Fer, Carlos, Tobías, Tello (Dani Galán 60’), Adolfo, Mateos (Manu 67’) y Carrascosa. No jugaron: Erik y Castaños. Entrenador: Luis José Escudero Hortal.

Club Deportivo Torrevieja: Miguel Serna, Matej, Luis Carlos, Javi Selvas, Quintero, Martín, Higón, Burguillos ©, Lewis (Jorge 82’), Rubén Suárez (Sánchez 89’) y Brani (Carrasco 78’). No jugaron: César y Adrián Banderas. Entrenador: Antonio Pedreño Saura.

Árbitro: Moltó Egea, de Valencia, auxiliado por Pous Benito y Sánchez Maynero. Amonestó a los locales Fer y Tobías y al visitante Javi Selvas.

Incidencias: Primer enfrentamiento oficial entre ambos clubes; el local (con sede en Albal aunque juega en Sedaví) ascendió de Preferente la pasada temporada con el nombre de Recambios Colón Club Deportivo. A causa de la lesión que le impidió actuar en este encuentro, Vicente Boix dejó de ser el único jugador torrevejense que ha disputado todos los minutos del campeonato. Ninguno de los dos equipos presentó portero suplente. Se encendieron los focos del estadio a los veintitrés minutos del primer tiempo. Mateos hubo de retirarse lesionado. El Torrevieja consigue su primera victoria fuera de casa, cuarta en total, en el presente campeonato.

Goles: 0-1, 2’: Lewis pugna por un balón suelto con Fer y desde el vértice izquierdo del área engancha un lanzamiento cruzado en parábola con efecto interior que entra pegado al otro palo. 0-2, 24’: Javi Selvas cabecea cruzado, ajustado al larguero, un centro de Burguillos desde la derecha, tras el rechazo de un golpe franco botado desde el otro lado por Rubén Suárez. 1-3, 53’: Higón remata en el segundo palo, tras el bote del balón y ganarle la acción a Penadés, un centro de Lewis desde la izquierda con efecto interior. 1-3, 76’: Sergio Cuesta tira raso y cruzado tras recibir de Carrascosa en carrera por la banda derecha y penetrar en el área.

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