… y hoy Muñoz Seca
Crónica de Antonio Sala Buades
Trece de mayo ya, quién lo diría. Así empieza sus tribulaciones el prisionero don Mendo, cuyos huesos fueron a parar a la cárcel a causa de la traición de su amada. Y así podríamos empezar las nuestras, consumidas por fin las cuarenta jornadas —el tiempo vuela, y vuela cada vez más deprisa—, sesenta horas de juego —o de algún sucedáneo— de una temporada loca, en la que no ha habido ni un momento de tranquilidad —acaso unos pocos de fundada esperanza—, y que ha dado con el club en la categoría inferior. De repente, todos nos sentimos dieciocho años más viejos, pues tal periodo nos contempla desde que atravesamos por análoga congoja, allá a finales del pasado siglo. El descenso siempre entra en las posibilidades deportivas de toda competición liguera, pero nadie pensaba en este desenlace cuando en agosto echó a rodar el balón. Y como castigo a nuestros pecados, nos tocó cumplir el trámite más pesaroso: el de disputar un partido intrascendente, que nada resuelve ni en nada consuela, y además en casa, ante el dictamen de una afición que tan escasas alegrías ha vivido en este ejercicio. Pues arrostrando esta responsabilidad, nos dimos cita —jugadores, técnicos, directivos y seguidores incondicionales— en el Nelson Mandela para cerrar la carpeta y el legajo.
No es necesario abundar en detalles, cuando el resultado lo dice todo: un relajado Borriol se llevó un marcador así de abultado. La conclusión adecuada para sintetizar el torneo que les hemos contado. Por si creíamos que ya habíamos visto todo lo malo que había que ver. Como para haber esperado algo de esta jornada… En el ambiente se impondría el tenso silencio, desde el momento de la salida de los futbolistas, del centenar de espectadores que se dieron cita en el Nelson Mandela. Nada se ventilaba ya salvo el honor; o eso dicen. Y el caso es que la primera parte fue más que aseada, con el gol —de espléndida factura— de Damián y posteriores ocasiones para aumentar la ventaja. Borja Mir hizo un buen control en el área a centro de Damián y disparó con poco ángulo. Ambos protagonizaron la siguiente ocasión, la más clara, con lanzamiento de éste para aquél, que tras regatear al portero se quedó con poco ángulo y muy forzado remató fuera. De nuevo Damián, tras un pase de Beltrán, tendría la última de este periodo, pero la salida de Edi desbarató las intenciones del torrevejense de marcar su segundo tanto. El Borriol, que había viajado con una bien ganada tranquilidad, apenas se había acercado a los dominios de Buba. Así que sólo quedaban cuarenta y cinco minutos para terminar de una vez con este malhadado torneo.
Pues todo se volvió del revés tras el descanso. A poco, a muy poco que los visitantes apretaron, el Torrevieja ofreció su peor cara. Uno tras otro fueron cayendo los goles en la portería de Buba, ante una afición que mantenía su mutismo, más de indiferencia que de incredulidad. El propio Adrián mostraba su sorpresa al obtener el empate a uno. Diez minutos después, una buena combinación de la delantera borriolense fue completada con el remate de Badre. El signo de este partido, también de éste, estaba sentenciado, pese a que faltara media hora para la conclusión. Tampoco podía faltar el penalti, cómo no, transformado por Colomer. Lewis pudo acortar distancias cuando recogió un gran pase de Booker (que estrenaba capitanía) y se plantó solo en el área, pero el remate cruzado salió fuera. Y casi sin querer, al ralentí, el Borriol cerró la cuenta por medio de Héctor. El público seguía mirando y callando. ¿De qué habría servido protestar sonoramente, si esto ya no tenía arreglo? Menos mal que el que sí acabó pitando, el final del partido, fue el árbitro.
Si uno que entiende de comedia afirmó que ésta consiste en tragedia más tiempo, tomemos los hechos —futbolísticos, y por tanto intrascendentes comparados con otros— con la perspectiva que nos ha proporcionado esta semana. En la anterior, en la hora del hachazo, recordábamos a García Márquez; así que cambiamos aquí a la vertiente del humor, la del maestro Pedro Muñoz Seca, que no borró la sonrisa pese al cruel final que le tenía destinado la barbarie. Al fin y al cabo, qué importa ahora una paliza más o menos en nuestras costillas. Con el permiso de ustedes, vamos a tomarnos la licencia de despedir la temporada con endecasílabos, transmutado el club de nuestros amores —y de nuestros disgustos, ¡ay!— en el más famoso personaje del astracán español, en su escena entre rejas.
¡Trece de mayo ya, quién lo diría!
Llevo en la Preferente el sexto día
sin por nadie aliviar lo que acontece:
por mis culpas el trance se merece
y por ellas se aflige el alma mía.
Echo esta tarde el cerrojo a la liga
venciendo la tristeza y la fatiga,
soportando el fatídico calvario
de esta fecha final del calendario
que a acabar la Federación obliga.
Roto por la goleada postrera,
transido por la aciaga primavera
y la melancolía de este mayo,
prometo trabajar aun si desmayo
para volver cuanto antes a Tercera.
Mientras el fútbol otra vez se aleja
y mi afición emite muda queja,
le pido al tiempo que transcurra pronto
hasta superar el reto que afronto
desde hoy. Siempre ¡adelante, Torrevieja!
FICHA TÉCNICA
Categoría: Tercera División. Grupo: sexto (Valencia). Temporada: 2016-2017. Jornada: 42.
Estadio: municipal Nelson Mandela. Fecha: sábado 13 de mayo de 2017. Hora de comienzo: 17.59.
Club Deportivo Torrevieja: Buba, Vicente Boix, Kaná, Martín (Calzado 64’), Jorge, Booker ©, Joel (Pastor 64’), Nica, Borja Mir, Damián (Lewis 64’) y Beltrán. No jugaron: José Carlos y Luis Carlos. Entrenador: Antonio Pedreño Saura.
Club de Fútbol Borriol: Edi, Adrián, Jaume (Tali 55’), Lalo, Javi Mora ©, Chimo, Pedro, Colomer, Badre, Juan (Juan Carlos 45’) y Julián (Héctor 60’). No jugaron: Óscar y Pepe Mora. Entrenador: Iván Campos.
Árbitro: Ródenas Martínez, de Orihuela, auxiliado por Ricart Sánchez y García Noales. Amonestó a los locales Jorge, Vicente Boix y Lewis, y a los visitantes Badre y Juan Carlos.
Incidencias: Último encuentro de la temporada, adelantado al sábado por su intrascendencia, con el que el Torrevieja se despide de su etapa de doce campañas consecutivas (482 partidos, incluyendo los 6 disputados en dos promociones de ascenso) en Tercera División. Los locales tuvieron el viento a favor en la primera parte. Jaume y Martín hubieron de retirarse lesionados. El equipo salinero encaja cuatro goles (todos en la segunda parte) por segunda vez esta temporada (la anterior fue en Ibi, donde perdió 4-0 en la jornada 26).
Goles: 1-0, 14’: Damián recibe de Vicente Boix cerca de la frontal del área, controla de espaldas a puerta, se revuelve y dispara con efecto interior ajustado al poste derecho. 1-1, 51’: Adrián sube pegado a su banda derecha y centra ajustado al larguero, Buba retrocede para blocar y con el balón cogido entra en su propia portería. 1-2, 60’: Badre remata de primera un envío raso desde la derecha de Julián. 1-3, 75’: Colomer transforma un penalti señalado por derribo de Jorge a él mismo cuando entraba en el área. 1-4, 87’: Héctor cabecea desmarcado en el segundo palo un centro desde la derecha de Pedro.
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Filed under: Actualidad, Deportes |
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