Objetivo Torrevieja

Como les íbamos diciendo…

Torrevieja F.C.

Crónica de Antonio Sala Buades

A estas alturas del campeonato, cumplidos sus dos primeros tercios, y si han tenido la deferencia de leer estas líneas semanales, no hará falta contarles cómo está resultando la inmensa mayoría de los partidos. No nos equivocaremos mucho si afirmamos que, de veintiséis encuentros disputados hasta la fecha por el Torrevieja —el dato sería extrapolable a los demás contendientes del grupo—, no menos de veinte han discurrido, al margen del resultado y de los detalles determinantes, por semejantes derroteros. Salvo que se marque un gol pronto —a veces, ni así—, ya adivinamos que habrá pocas ocasiones y que quien aproveche alguna tendrá casi todas las posibilidades de ganar. Mientras tanto, además de mantener la concentración, se trata de enganchar la jugada clave, constituyendo el empate a cero inicial un valor en sí mismo, y no pequeño por el factor psicológico añadido; y cada golpe franco cerca del área, una de las mejores opciones que puedan presentarse para alterar las inercias. Esta composición de lugar se ratifica cuando el rival está cortado por idéntico patrón. En definitiva, que sabiendo cómo somos nosotros y cómo son casi todos los demás, asistiremos a una nueva variación sobre el conocido tema.
Y eso que a veces, como ésta, para que las cosas sigan igual tienen antes que cambiar. El del Gerardo Salvador de Paterna era el compromiso que afrontábamos con más bajas —y con varios suplentes mermados—, de modo que Anselmo hubo de encajar las piezas de un rompecabezas para que el esquema no se resintiera. El comodín Burguillos ocupó el lateral derecho, porque el habitual de ese lado, Vicente Boix, se desplazó a la izquierda para suplir al sancionado Dani Meseguer. Por otra parte, Valdeolivas pasaría su reválida en el centro de la defensa acompañando a Alexis. En la zona media, Martín se estrenaba como titular, lo cual permitía que Micro ocupara la demarcación de media punta, no extraña para él. La falta de Obele dejaría solo delante a Carrasco, que se fajaría con la zaga adversaria acusando su desventaja en estatura. Se planteó la pugna en los referidos términos, con ambos conjuntos chocando y neutralizándose en la franja central. El Torrevieja trataba de avanzar tocando el balón, pero acusaba dificultades para acercarse al área. La primera parte, que acabó con un único remate a puerta —un testarazo alto de Pozo—, ofreció lo que esperábamos y nos preparó para la resolución.
En la reanudación veríamos más disparos, aunque sin peligro para los respectivos guardametas. Aunque los visitantes se mostraban más incisivos durante esos minutos, carecían de la suficiente precisión para redondear una jugada. Su principal baza seguía estando detrás, en una defensa segura y disciplinada que no permitió alegrías a los gualdinegros. Éstos tratarían de estirarse y aumentarían el número de centros, aun con escasas opciones de remate. Con las sustituciones —Anselmo no disponía de los integrantes de su banquillo en plenitud física—, los de Escudero movieron el balón con algo más de rapidez pero continuaban estrellándose en una barrera custodiada por Alexis, dueño de cada espacio, por arriba o por abajo, aguantando o anticipándose, y escoltado por sus compañeros, entregados a la faena sin desmayo. El propio Alexis, incorporado al ataque, protagonizaría la oportunidad salinera. Sólo seis minutos después, a menos de veinte para el final, la única vacilación de los torrevejenses propició el barullo en que Edgar metió el pie y nos dio el mayor susto de la mañana. Como si hubieran recapacitado tras la doble y alternativa situación, ambos contendientes decidieron retomar el rumbo sin arriesgar más allá de lo deseado, no fuera a ser que…
La batalla final, con las fuerzas menguadas, se desarrolló por el capítulo mental. La tensión acumulada siempre amenaza con hacer sucumbir al más débil. Los blanquiazules apuraron sus conatos de escaramuza, pero no les salió el trazo del pase decisivo. El Paterna tampoco se volcaría, pensando que más vale empate en mano que presunta victoria volando. Como están los tiempos, tan escasos de goles, no es para echárselo en cara, pese a las lógicas ilusiones de sus aficionados. Y por lo que respecta a los nuestros, habrá que valorar en su justa medida el impecable trabajo realizado ante un adversario incómodo y en unas condiciones que, a causa de lo antes indicado, no invitaban precisamente al optimismo. Ya llegará un domingo en que estemos todos y podamos hacer más. De éste, nada en absoluto que reprochar.

FICHA TÉCNICA

Estadio: Gerardo Salvador. Fecha: domingo 23 de febrero de 2014. Hora de comienzo: 11.59.

Paterna: Xenxo, Rue, Cases, Edgar, Penadés, Ribelles, Fran, Tello, Pozo (Marc 79’), Gabi (Raúl 71’) y Carlos (Pablo 68’). No jugaron: Crespo y Josevi. Entrenador: Luis Escudero.

Torrevieja: Carrión, Burguillos, Vicente Boix, Alexis, Valdeolivas, Martín, Pastor (Quique Granados 79’), Dani Lucas (Rafa 85’), Carrasco, Alberto y Micro. No jugaron: Obele y Paul. Entrenador: Anselmo Serrano.

Árbitro: Ruiz García, de Valencia, auxiliado por Herrera Martínez y Sánchez Maynero. Amonestó a los locales Telo, Carlos y Pozo y a los visitantes Vicente Boix, Micro, Martín y Quique Granados.

Incidencias: Por enfermedad repentina de Carlos Moreno, y al no tener tiempo de llamar a un portero de los otros equipos, el Torrevieja viajó sin guardameta suplente.

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