Objetivo Torrevieja

Imagen de un Torrevieja-Requena (Archivo)

Antonio Sala Buades

Si de una semana para otra se pudieran administrar goles, sin duda nos habríamos guardado unos cuantos del domingo anterior para los siguientes compromisos. Es que esto es así: en una tarde se ve puerta desde todas partes y en todas las posiciones, y en otra no hay manera de que la pelota pase entre los dichosos tres palos. Así que el Torrevieja, después de trabajar bien durante el partido y de crear un estimable número de situaciones propicias, tuvo que asumir que su casillero esta vez se quedara a cero. Pero no dejemos de tener en cuenta el otro punto de vista, pues los requenenses alegarán algo parecido. Aunque el orden de los factores —que en este caso sí hubiera alterado el producto, probablemente— estableció el primer lugar para los salineros, que tuvieron más de una vez la ocasión que despeja panoramas, reconozcamos en justicia que el Requena también pudo alzarse vencedor, cuando en varios barullos y sobre todo en el toma y daca final a la desesperada obligaron a Óscar a intervenir de manera determinante. Por ejemplo, algunos aún estarán preguntándose cómo fue posible que el remate postrero y a bocajarro de Pozo no acabara decidiendo un signo distinto.
Comenzaron los de Pedreño con la estela de su reciente y holgado triunfo contra el Acero. El balón se movía con fluidez por todas las zonas del campo por un equipo dominador y seguro de sí mismo. Poco a poco se ganaban metros y las aproximaciones al marco de Alfredo aumentaban en profundidad, en especial por las bandas. Era cuestión de tiempo que se produjeran las oportunidades, y en caso de que el punto de mira estuviera fino, se vería el resto del encuentro con distintas perspectivas. Pero no se completó la magnífica faena, y ni César ni Jorge en distintas modalidades de jugada encontraron el agujero. Con los minutos iba aminorando la intensidad ofensiva de los salineros, que además incurrirían luego en rémoras de su pasado, como los apuros para salir de la defensa y las complicaciones innecesarias al permitir que llegaran demasiado lejos los envíos largos de los locales. Perdida la frescura inicial de los amarillos, cuyas intenciones ya estaban además mejor estudiadas por los franjiblancos, éstos se metieron de lleno al dsplegar un fútbol directo. Despertó la grada con un formidable disparo de Rubén Ubach, el delantero requenense más peligroso, y la primera parada de Óscar.
Hasta el descanso, el Torrevieja no se reencontraría en sus evoluciones, pero se las arregló para controlar los golpes francos y los saques de esquina contra su marco. En la reanudación tuvimos un adelanto de lo que nos iba a deparar una muy disputada segunda mitad. Tras las idas y venidas, fueron los salineros lo que volvieron a presentarse en disposición de abrir el marcador. Un pase de Carrasco dejó a César solo ante el portero, y éste se echó abajo para desviar un disparo que quizá pudo ser la clave del partido. Poco después, sembraría la alarma otra internada de Carrasco, cuyo pase atrás en el área fue rematado alto por Brani, con César detrás armando la pierna. Habíamos fallado en el remate y lo pagaríamos en la siguiente fase, pues ahora les tocaba dar a los de Lázaro. Empezó de nuevo Rubén Ubach desde lejos. En sendas acciones a balón parado, primero Jorge y luego Óscar salvarían los muebles en el área pequeña ante Pozo. El choque ya no tenía vuelta atrás, pues la cuestión estribaba en que ninguno de los dos contendientes iba a conformarse con el empate.
Reanudó el Torrevieja sus escarceos, con la lógica merma de fuerzas por el esfuerzo acumulado. Adrián Banderas, en una de sus incursiones por la izquierda, logró dejar a César en una inmejorable coyuntura para dirigir un testarazo que sin embargo saldría desviado. Todavía faltaban veinte minutos, en los que estaba claro que la victoria sonreiría al primero que marcara. De ahí la belleza y la extraordinaria emoción de estos minutos, pues nadie se reservó. Con la mayoría de los hombres en la franja central a la espera de lanzar el pase perpendicular, unos y otros incurrirían reiteradamente en fuera de juego. El Requena apretaba de esta forma, ante una defensa rival de nuevo premiosa a la hora de impedir que la pelota botara y amenazara el área. Agotándose el tiempo, el Torrevieja se la jugó sin tregua ni descanso, pero no se hallaba el hueco para la cesión o el centro preciso. Los vaivenes eran constantes hacia ambas porterías, así como la generosidad del despliegue físico, porque a esas alturas, y por las exigencias reseñadas, había que subir y bajar con rapidez y sin un momento de respiro. En otro barullo, a falta de ocho minutos, le sería anulado un tanto a Pozo. Y ya a punto de entrar en la prolongación, en un lance muy similar, inverosímilmente se quedó Óscar con el balón tras tapar el remate a placer del propio Pozo, con el público cantando el gol y llevándose de inmediato las manos a la cabeza.
Total, que nadie se conformaba con el empate pero al final hubieron de conformarse los dos. De ahí que no hubiera ninguna celebración por este resultado. Nosotros, a lo nuestro, que ya volverán los goles. Por consolarnos tras el madrugón y la paliza de viaje, disfrutamos con un espectáculo a la antigua usanza. No nos guiemos por el escuálido 0-0, porque vimos fútbol del bueno. La pena fue no haber ganado…, como asimismo dirán ellos, inmersos en una realidad más delicada y apremiante.
FICHA TÉCNICA

Categoría: Tercera División. Grupo: sexto (Valencia). Temporada: 2014-2015. Jornada: 34.
Estadio: municipal Tomás Berlanga. Fecha: domingo 29 de marzo de 2015. Hora de comienzo: 12.03.

Sporting Club Requena: Alfredo, Juanjo, Fredi, Eder, Edgar ©, Corella, Jordi (Marc García 69’), Abarca, Pozo, Rubén Ubach y Pablo de Mingo. No jugaron: Giovanni, Xavi, Rue y Carlos Ramos. Entrenador: Vicente Lázaro.

Club Deportivo Torrevieja: Óscar, Vicente Boix, Adrián Banderas, Alexis, Rubén, Jorge ©, Brani, Burguillos, Carrasco, César y Cristian Sánchez (Ferrán 73’). No jugaron: Jaime, Juanra, Corella y Borja. Entrenador: Antonio Pedreño Saura.

Árbitro: Gamón Cánovas, de Campo de Murviedro, auxiliado por Dolz Martínez y Belizón Carrera. Amonestó a los locales Corella y Pablo de Mingo y al visitante Jorge.

Incidencias: El anterior desplazamiento del Torrevieja a Requena, hace tres años (1 de abril de 2012), también coincidió en Domingo de Ramos. Éste fue uno de los tres únicos encuentros de la jornada disputados en domingo; al celebrarse la siguiente el miércoles, la mayoría fueron adelantados. Por haber coincidido con el cambio de hora en España, la expedición torrevejense afrontó el madrugón con todavía sesenta minutos menos de descanso. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las 150 víctimas mortales del siniestro aéreo acaecido el martes anterior en los Alpes franceses. En tres enfrentamientos en Requena entre ambos clubes, los locales consiguen su primer punto, aunque continúan sin marcarles ningún gol en casa a los salineros.

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