Crónica de Antonio Sala Buades
Dentro de la amplia gama de las maneras de perder un partido, y dando por seguro que tiene que haber cierto número de derrotas en cada temporada, en ésta nos está sometiendo el Torrevieja a muy duras pruebas. Claro, que desde el otro punto de vista, el adversario nos dio a probar nuestra propia medicina, que administramos semanas atrás y con la que alguna cosecha veníamos recogiendo últimamente. Y es que este año, lo estamos constatando también en los rivales que nos depara el calendario, cada vez cobra mayor importancia tomar ventaja en cualquier momento para luego mantenerla a toda costa —y bien que nos dolió no aguantar en compromisos de aciago recuerdo— hasta el pitido final, al margen de las vicisitudes por las que se atraviese durante el resto del tiempo, aunque sea mucho. Por desgracia, hemos comprobado asimismo las enormes fatigas de los salineros cuando han de moverse con el tanteo en contra, así como su falta de presencia de ánimo cuando las cosas se tuercen un poco, delante o detrás. Así que no ocurrió nada que no supiéramos o, lo que es peor, no previéramos.
Considerando afortunado el lance que convirtió en pase de gol un simple despeje a ciegas, pero sin dejar de reconocer el mérito del rematador ni de ver la descoordinación de nuestras líneas, en lo que no habrá duda es en el hecho de que quedaban ochenta y cinco minutos de juego. No había por qué cambiar el plan previsto, sino continuar llevándolo a cabo como si el encuentro comenzara de nuevo. Sin embargo, pasaron unos cuantos minutos sin que los visitantes hallaran la brújula. La inicial profundidad de Pastor acabó por diluirse cuando se le reforzó la vigilancia o los pases hacia su zona resultaron menos precisos. Aunque Carrasco trataba de aguantar la pelota, no había continuidad con la delantera y se desembocó en el envío largo hacia la cabeza de Obele. Por su parte, los locales daban sensación de peligro con sólo uno o dos hombres en ataque, en especial Carmona, que no se conformó con marcar el gol y cuyas carreras continuaron creando serios problemas a los centrales amarillos. Como tampoco había que pecar de impaciencia, y aun conociendo el percal, aplazamos nuestros deseos de que el Torrevieja funcionara mejor.
La labor de los salineros se vería facilitada por la segunda tarjeta que recibió Erik. Con diez hombres el Torre Levante desde el minuto 30, paulatinamente iría encerrándose cada vez más cerca de su parcela. Más que por el empuje del rival, los de Rescalvo —que sustituyó a Juanra para prevenir una segunda expulsión— se aplicaron a lo que les convenía pese al riesgo de afrontar en semejantes condiciones dos tercios de la contienda. En apariencia dominaba el Torrevieja, y en efecto el balón era suyo. Otra cosa era la ocupación de los metros decisivos, todavía lejos. Sin alteración en los dispositivos terminaría la primera mitad. Comenzaría la segunda para los nuestros con la obligación confirmada de hacer algo distinto y los barruntos temidos de que no lo consiguieran. Si con un marcador hipotéticamente igualado las maniobras que no se completan pueden hasta disculparse, con un gol en contra y en superioridad numérica siempre estarán por encima las exigencias y las insatisfacciones. Máxime, cuando no se aclara el panorama y el contrario se halla menos incómodo de lo que parecía hacía un rato.
En busca de un revulsivo, Anselmo puso en liza a Manu Amores, que apenas tuvo opciones mientras ocupó la banda izquierda. Como no disponía de más futbolistas ofensivos, decidió el entrenador visitante que dejara de moverse su banquillo. Su homólogo agotó los cambios faltando casi media hora, con el riesgo de una lesión que dejara al equipo aún más mermado. El Torrevieja consumía minutos en una lucha estéril por escapar del atasco físico y mental. Además, la rapidez en el contragolpe de los valencianos y la amenaza de Marc Cosme todavía nos darían sustos. La contrapartida consistía en que no había más remedio que insistir, y a fuerza de insistir, siquiera por cumplir con la estadística, alguna ocasión se nos tenía que presentar. Pero estas tardes vienen marcadas por la fatalidad, como si el destino nos castigara por no haber resuelto en forma y tiempo. De modo que primero Obele no pudo cabecear hacia la portería, y después Carrasco no acertó a sacarse de encima al defensor para disparar con garantías. Si somos sinceros, repasado el balance general, no cabía quejarse de mala suerte por haber marrado estas dos situaciones.
Huelga añadir que tampoco sirvió el previsible recurso de colocar a Rafa de delantero centro de emergencia para sumarse a Obele en la recepción de balones largos. Al contrario, los azulgranas respondieron ocupando más espacios y con velocidad, ayudados por el trabajo de sus centrocampistas, se plantaron más cerca de Carlos Moreno, que acabó jugando fuera de su área. El Torre Levante ya no necesitaba parar el escaso ritmo del partido dejando caer a alguno de sus futbolistas o entreteniendo los saques hasta el límite de la amonestación, sino que tenía suficiente con tapar las posibles vías y mantenerse firme por arriba en los balones bombeados por los torrevejenses; no todos ellos en la dirección adecuada, por cierto. En fin, que desaprovechamos otra oportunidad de sumar puntos, esta vez por evidentes y repetidas carencias. Hemos pasado el ecuador del campeonato, y seguimos sin saber de qué será capaz este equipo y de lo que no. Pero sí hay unas películas que ya empezamos a tener muy vistas.
FICHA TÉCNICA
Estadio: municipal Orriols. Fecha: sábado 25 de enero de 2014. Hora de comienzo: 15.59.
Torre Levante: Tejera, Sergio, Pablo, Enrique, Isaac, Erik, David Gil, Déivid, Verdés (Marc Cosme 57’), Juanra (Adrián 36’) y Carmona (Jose 62’). No jugaron: Carlos y Pelegrín. Entrenador: Ismael Rescalvo.
Torrevieja: Carlos Moreno, Vicente Boix, Dani Meseguer, Alexis, Rafa, Valdeolivas, Pastor, Dani Lucas, Carrasco, Alberto (Manu Amores 62’) y Obele. No jugaron: Carrión, Eloy, Paul y Burguillos. Entrenador: Anselmo Serrano.
Árbitro: Lluna Olarte, de Valencia, auxiliado por Ortega Martínez y Robles García. Por el Torre Levante, amonestó a Juanra, David Gil, Tejera y Juan Diego (fisioterapeuta), y expulsó a Erik (doble amarilla 30’) y Roberto Lledó (encargado del material); por el Torrevieja, mostró tarjeta a Vicente Boix, Alexis y Obele.
Incidencias: Primera visita del Torrevieja al campo municipal de Orriols. En la primera temporada en que se han enfrentado, Torre Levante y Torrevieja han terminado sus partidos con el mismo resultado. En el viaje de vuelta, la expedición torrevejense pasó cerca del estadio de Mestalla, donde una más tarde iba a disputarse el partido de Primera División entre el Valencia y el Español, y se pudo ver cómo los seguidores visitantes acudían en grupo.
El gol: 1-0, 5’: Carmona corre para recoger un despeje largo de Isaac que deja descolocado a Rafa, se planta solo en la frontal del área y supera por arriba a Carlos Moreno en su media salida.
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Filed under: Actualidad, Deportes |
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