Veintidós restaurantes han derrochado imaginación en una de las exitosas ediciones de este evento gastronómico
Álbum, pinchando sobre la foto
La verdad es que salir y comer o cenar en dos o tres sitios diferentes y degustando varias cazuelicas acompañadas de un buen vino, a un módico precio, solo se puede hacer en Torrevieja de la mano de esos incansables e imaginativos restauradores que tenemos que lo mismo te ponen un rabo de todo, un fidegüa o un mini cocido con pelota incluida. En esta ocasión hemos hecho un pleno y visitado la totalidad de todos los restaurantes que se han implicado en esta fiesta de la buena cocina, que solo abuela puede mejorar. Recorrimos desde la playa de los Náufragos hasta La Mata, para ofrecerles un reportaje que seguro les abrirá el apetito y querrán ir a degustarlas, aprovechado este último día en que hasta el tiempo acompaña para salir a una terraza.
Nos desplazamos a lugares como “HB Torrevieja, donde Egoitz y Joaquín, nos deleitaron con un “Gazpacho de mero” muy original y sabroso y “Carcamusas”, regado todo ello con un Alceño tinto. La Tasca Nueva Bahía, donde Sandra y Luismi, aumentan la oferta en cada edición triplicando las cazuelicas obligatorias para que se pueda elegir. La Encima en Pedro Lorca, con una oferta y un servicio joven y amable. En el Rincón de Capis, como casi en todos los lugares, casi no podemos entrar del gentío que había y nos vimos negros para hacer fotos a unas tapas que también ampliaban la oferta.
Marisquería Torrevieja, con un Luis desbordado por una clientela exigente, pero dispuesta acabar con las existencias, nos recibió con sus cazuelicas, ampliadas en oferta como siempre.
Desde allí subimos a la Barra de Manolo con sus salones repletos y unas cazuelicas originales y de gran éxito. Tomamos rumbo a La Mata y allí pasamos en primer lugar por el emblemático Barlovento con sus cazuelicas a punto para que las inmortalizáramos y pudiéramos degustarlas y de allí en el centro neurálgico de La Mata estuvimos en La Cima y la Taberna del Mar, donde nos recibieron con los brazos abiertos y unas cazuelicas con sus correspondientes caldos que quitaban el hipo,
A la vuelta pasamos por Las Columnas donde su nuevo Director Ejecutivo, Oscar no atendió con una amabilidad extraordinaria, dándonos a degustar las cazuelicas, muy ricas por cierto. Para acaba este recorrido gastronómico-festivo recalamos en el siempre bien surtido Mesón Huertano, donde Ramón y Ángeles no dieron a probar sus cazuelicas. Cerramos esta serie de “atracón viajero” en Martíni’s donde Frank y su hijo, nos dieron a conocer sus cazuelicas de la abuela y unos vínicos de Jumilla y Alicante extraordinarios.
Nos volvemos a ver en breve en ¡Nos vamos de Tapas!
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