El cambio de hora convirtió en “madrugón” la cita, que este año no contó con el sonido de fondo de las tracas y cohetería que tradicionalmente anuncia el encuentro del Hijo con su Madre, algo insólito en la tierra valenciana de la que formamos parte
VÍDEOS: Encuentro 1 / Encuentro 2 / Entrada Custodia / Entrada Purísima
Madrugó el pueblo de Torrevieja, en un espléndido y luminoso día, para asistir a las ocho de la mañana de ayer a la más hermosa manifestación religiosa de los cristianos: la Procesión que celebra la Resurrección de Cristo y el “Encuentro Glorioso” con su madre. Como cada año, iniciaron el cortejo la Cofradía de San Juan Evangelista y el trono portando la imagen de La Inmaculada Concepción, Patrona de Torrevieja, cubierta por una mantilla negra, que porta por el luto de su hijo, contando como costaleros a los hombres de la Asociación . En dirección contraria a esta comitiva, partió el cortejo de fieles que precedía a la Custodia bajo Palio, que fue portada por el Párroco de la Inmaculada y Arcipreste de Torrevieja, Manuel Martínez Rocamora, acompañado del sacerdote Tomás Álvarez. Ambos cortejos iban acompañados por la banda de tambores y cornetas de la Cofradía de San Juan Evangelista, la Sociedad Musical “Ciudad de Torrevieja – Los Salerosos” y la Unión Musical Torrevejense. Una vez situados los tronos y el Palio con la Custodia en la confluencia de las calles Fotógrafos Darblade y Concepción y a los sones de la “Marcha Real”, la imagen de la Inmaculada era despojada de su luto, por Bernardo Mínguez Conesa, representante de la cuarta generación en hacerlo, al tiempo que cientos de pétalos de flores, globos y aleluyas, eran lanzados desde los balcones adyacentes, en señal de júbilo por la Resurrección de Jesús. Inexplicablemente por primera vez desde que algunos conocen este significativo evento, no sonaron las tracas y la cohetería que anuncia todo el orbe el encuentro del Hijo con la Madre , con discípulo amado de testigo. Una falta que fue muy comentada, sobre todo en una tierra como la nuestra, la valenciana, en que cada fiesta, cada celebración, no se conciben sin la “resaca” del olor a pólvora, que nos caracteriza. Alguien tendrá que explicar el porqué de esta importante ausencia que forma parte de la tradición.La presidencia estuvo encabezada por el presidente de la Hermandad del Santísimo, José Miguel Torres, acompañado por el diputado nacional Joaquín Albaladejo y concejales del grupo popular. Una vez unificada la procesión volvió al Templo de la Inmaculada, donde a su paso por la Plaza de la Constitución llovieron los típicos “aleluyas” desde los balcones del domicilio de la familia García-Villalgordo, y a su llegada, tras la Adoración al Santísimo, una impresionante salva de aplausos, cerró una Semana de Pasión, que pudo ver salir a la calle todas las procesiones, a excepción del Lunes Santo por la lluvia, en un ambiente de fiesta y recogimiento a la vez, que demuestra lo merecido de la calificación de “Interés Turístico Provincial”.
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