Álbum, pinchando sobre la foto
La Iglesia de la Inmaculada Concepción, acogió en la tarde de ayer, último domingo de Cuaresma, la Eucaristía de la Cofradía de Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio. La misma estuvo oficiada por el vicario parroquial, Pedro Payá, acompañado de Víctor, un seminarista que al coincidir con el Día del Seminario, accedió al final del oficio a dirigir la palabra a los fieles, para mostrar cómo fue su llamada, como vive un seminarista y hacer un llamamiento a las familias para que se hable de Dios en el seno de las mismas. El acto contó con la presencia del presidente de la Cofradía, Eduardo Aranda Carreño, así como los capataces del Cristo Crucificado, Jorge Esteve y la de María Santísima del Silencio, Silvia del Oro, además de , hermanos mayores, cofrades y devotos. El Cristo Crucificado que lleva colocado sobre su trono desde el pasado viernes al finalizar el Vía Crucis, estuvo expuesto junto al Altar Mayor. Previamente en el templo se continuó celebrando el septenario en honor a la Dolorosa, que ayer contó con la presencia de un recuperado, Manuel Martínez Rocamora, Párroco de la Inmaculada.
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